José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


20 de junio de 2014

Metástasis mediática



Aún están manchadas de césped del estadio Maracaná las botas de los futbolistas españoles que tantos éxitos nos han dado y en algunos medios de comunicación ya están empezando a hacer la alineación de la selección nacional, extinta roja, para el primer partido del equipo en Francia 2016. El cáncer mediático en el deporte de este santo país ya ha dado por finiquitado el estilo de juego basado en la pureza del toque y el trato exquisito al balón. Ya se habla en los mentideros mediáticos de aprovechamiento de espacios por banda y la necesidad de incorporar jugadores dominados por su físico para que no vuelva a ocurrir lo mismo que en este mundial. Se extiende como la pólvora una corriente de opinión basada en la recuperación de aquella furia que nunca nos hizo grandes pero tan poco tan pequeños. Se habla de Deoulofeu, Thiago, Callejón, Isco, Jese y Carvajal para regenerar la selección pero nadie se atreve a decir qué jugadores han recibido la extrema unción en el equipo nacional. Los culpables son demasiado evidentes y el paso del tiempo les juzgará de otra manera. De momento solo sabemos el nombre del Cristo Crucificado, se irá Xavi, cosa que yo hubiera hecho nada más conocer el once inicial que habría de enfrentarse a Chile. Del vestuario al hotel, del hotel al aeropuerto y del avión a mi casa. Mientras calculan la edad que tendrá Iniesta o Fábregas para la próxima Eurocopa, jugadores como Mata, Silva o Cazorla cosen su futuro al de ambos jugadores por edad y por estilo de juego ante la tormenta de cinismo que se avecina.

La derrota de España ante Holanda fue analiza en Telecinco antes de que acabase el partido. El diagnóstico que se ofreció al populacho infantil fue claro, contundente y sin anestesia: La única forma de volver a ganar el mundial consiste en sentar en el banquillo a Xavi, Busquets, Piqué y Jordi Alba. El primero afectado por su edad, el segundo por una pubalgia y los dos últimos por hallarse fuera de forma tras salir de una lesión. Así de simple y así de rápido, Paco González, admirado en la radio y caricaturizado en la tele zanjaba los problemas del combinado nacional. Mientras a Manu Carreño le faltaban seis partidos para ser campeones del mundo, a Camacho la tragedia le había parecido un atraco arbitral. La mentira estaba lanzada y la falta de personalidad de Del Bosque solo recogió media verdad. Prescindió de Piqué y Xavi.

Tras la derrota ante Chile, sin blancos fáciles de por medio, aún no se ha atrevido ningún medio de comunicación a personalizar definitivamente el fracaso de la selección. Ningún medio se atreve a hacer un análisis serio del partido ni de las decisiones del seleccionador. El motivo de la derrota ya no tiene nombres, en ausencia de Xavi y Piqué,  se ha ceñido al paso del tiempo y al calendario de liga. Se ha pasado de la derrota presente a las soluciones futuras pero nadie se atreve a anclarse en los motivos. Nadie se atreve a decir la verdad absoluta del fracaso de la selección porque decir la verdad significaría decir que la debacle del equipo de esta manera tan traumática tiene como máximos responsables a Sergio Ramos, Iker Casillas y Vicente del Bosque. Cuando pasen varios años se sabrá que Holanda nos metió 5 por culpa de Xavi y Piqué, pero se dudará si fue Chile o Ecuador el equipo que nos metió 2 porque el equipo carecía de forma física y el estilo estaba agotado.

Empiezan a regresar las oscuras golondrinas que siempre han anidado en la vieja selección. El periodismo escribe la historia pero jamás escribirá que el verdadero motivo de la debacle en Brasil no es que Del Bosque haya llevado a sus amigos, sino que algunos periodistas se han aprovechado de la volubilidad del salmantino para no mancillar a los suyos. Por eso Luis Aragonés no era comensal en algunos restaurantes madrileños y por eso era detestado en ciertos medios de comunicación.  Los jugadores que no juegan en Madrid jamás han tenido alguna protección porque la mayoría de enviados especiales a los mundiales viven, comen y se reproducen cerca del Manzanares pero rezan a la Diosa Cibeles. Recuerdo el ostracismo de Silva en Sudáfrica y jamás olvidaré que nadie haya puesto el grito en el micro por el banquillazo de Xavi.

Telecinco y Camacho no ganarán este mundial. Puestos a cambiar el estilo de la selección, también se podrían proponer algunos cambiar el estilo de las retransmisiones deportiva, del nivel de los narradores y por supuesto del nivel futbolístico de los comentaristas invitados. Porque la retransmisión española también es un símbolo de identidad nacional y hoy por hoy se ha convertido en un criadero de prepotencia ridícula, de fanatismo innecesario y de cinismo dañino. Se puede aceptar que intenten mentir sobre lo que pasa sobre el césped, pero lo que no se puede admitir es que nos digan lo que tenemos que pensar y cómo nos tenemos que sentir después de los partidos.

19 de junio de 2014

Incoherente I de España y marqués de telecinco



Si bien tras la humillación holandesa los problemas de España pasaban por sentar en el banquillo a Piqué, Alba, Xavi y Busquets, tras la humillación chilena sin Xavi ni Piqué ha quedado demostrado que la solución pasaba por no sentar en el banquillo a Vicente del Bosque. El entrenador salmantino, incluso cuando las cosas le iban infinitamente mejor, siempre ha dado la sensación de que jamás ha tenido una solución coherente a las diferentes adversidades que se le han presentado. Del Bosque se sienta en el banquillo, observa los partidos, aprecia que hay problemas pero desconoce la categoría y la raíz de los mismos. Ayer, la imagen del seleccionador fue la de un hombre superado dando palazos de ciego en la alineación titular, sabiendo que había cosas que cambiar pero sin saber qué debía cambiar y qué mantener. La sensación que deja Vicente Del Bosque es la de un mal artificiero pelando cualquier cable al azar mientras reza al Cristo del Corcovado para que sea el cable correcto y se enfade el menor número de periodistas posible.

18 de junio de 2014

La culpa es de Cataluña



Varios días después de que España haya recibido la mayor humillación que se recuerda en un partido oficial, la conclusión que podemos sacar si atendemos a los medios de comunicación y enviados demasiado especiales al mundial es que la culpa es de los jugadores, no del Barcelona, sino de los jugadores catalanes del Barcelona. De la sangría general contra los futbolistas culés, curiosamente solo se salvan aquellos que no tienen partida de nacimiento catalana. Solo Iniesta, albaceteño y Pedro Rodríguez, canario, han conseguido escapar al escarnio de los analistas patrios. Es curioso que casi todos los caminos tras analizar el análisis que han realizado otros periodistas y aficionados tras la debacle nacional desemboquen en aniquilar la huella catalana en la selección. Suerte tiene Iniesta de haber nacido en Fuentealbilla  y no en Cornellá, si no a estas horas ya estaría haciendo las maletas en la selección junto a Xavi, Piqué, Alba o Busquets. Paradojas de la vida, el fútbol nacional empieza a parecerse a una fábrica de independentistas por el efecto búmeran que se lanza desde algunos medios de comunicación capitalinos. Para que se te echen las culpas de la derrota ante Holanda has de cumplir dos requisitos a la vez: Que seas jugador del Barcelona y que seas catalán. Esa conjugación te condena al avispero mediático. Ni Cesc, ya fuera del Barcelona, ni Pedro ni Iniesta cumplen ambas premisas. Por ese motivo nadie les critica y nadie les va a criticar.

25 de mayo de 2014

Quizás dentro de diez años



Jamás he visto a un equipo parecerse tanto a su entrenador como el Atlético de Madrid. El Cholo Simeone era un futbolista que saltaba al campo con un cuchillo entre los dientes y un chute de adrenalina en cada músculo. Cada vez que observo a un jugador del conjunto colchonero actual no puedo más que acordarme de aquel futbolista fibroso e inquieto que convertía cada jugada en una batalla campal. Cada balón divido parecía el último y la convicción en sus acciones se acercaba al extremismo. Un pura sangre que dejó reflejada su forma de concebir el fútbol en el muslo de Julen Guerrero. No gozaba de una técnica depurada, ni tampoco exhibía una envidiable visión de juego, ni tan siquiera apoyaba su fútbol en la precisión de sus disparos. Sus acciones ofensivas se basaban en un oportunismo incontrolable y en una rabia incomparable. Así es el Atlético de Madrid, como su entrenador actual, así es cada uno de sus jugadores y así entienden el fútbol hasta sus jugadores más dotados técnicamente. Cuando alguien me pregunte dentro de una década cómo llegó el Atlético de Madrid a ganarle una liga al Barcelona de Messi en el Camp Nou y cómo acarició una Copa de Europa ante el Real Madrid, seguramente responderé que lo único que recuerdo es que los colchoneros corrían mucho y luchaban más. Lo cierto es que el equipo del Manzanares no tiene muchas más armas, porque esas armas cuestan dinero y ya están repartidas entre los más ricos.

24 de mayo de 2014

La décima: No codiciarás los bienes ajenos



El Real Madrid es el único equipo europeo que nunca gana la Champions, el Real Madrid ganó cinco veces seguidas la Copa de Europa, aún en blanco y negro ganó otra, en su día la séptima, posteriormente la octava y hace doce años ganó la novena. Mientras el resto de clubes ganan el trofeo, el conjunto merengue parece que solo conquista números ordinales en género femenino. Como si sus logros, objetivamente ambivalentes con los del resto de ganadores, fueran completamente diferentes por el mero hecho de haberlos conseguido en más ocasiones que nadie. Si en 1966 hubiese existido la Sexta TV, el titular en los periódicos hubiese adquirido un doble sentido. Qué periodista medianamente creativo se hubiese resistido al juego de palabras de “El Real Madrid conquista la Sexta”. Sin embargo, la conquista de la Sexta copa de Europa y la conquista de la televisión privada no ha coincidido en el tiempo, pues la sexta siempre ha emitido en color.

23 de mayo de 2014

El purgatorio culé



El saldo institucional que le queda al FC Barcelona tras acabar la presente temporada solo es comparable a un descenso a segunda división. El saldo deportivo es el que es, no ha bajado a segunda pero sí ha sido segundo en liga, segundo en copa y cuartofinalistas en Champions. La visión que la actual junta directiva se ha encargado de propagar entre los diferentes medios de comunicación catalanes es que la culpa principal de todo la tiene la plantilla. De ahí el uso de la expresión “renovación profunda” que se ha divulgado públicamente. La renovación profunda de la que habla Bartomeu no es más que otro eufemismo para hacer el menos ruido posible en los despachos. Cuando cambias al entrenador, rescatas canteranos repartidos por el mundo, se caen varias vacas sagradas del club y deslizas la posibilidad de realizar 7 u 8 fichajes de forma inminente tras un fracaso apabullante, sería más conveniente pronunciar la palabra revolución para definir tales decisiones. El Barcelona anuncia una tranquilizadora renovación, mientras en la mente del aficionado se refleja una inquietante revolución.

18 de mayo de 2014

Adiós Gerardo, hasta nunca Tata



Ayer se despidió el peor entrenador para los intereses del Fútbol Club Barcelona que se recuerda en la última década. En unos años la imagen del Tata Martino apenas se recordará y en su lugar solo quedará su voz en off anunciando su despedida con una educación modélica. El técnico argentino ha estado entrenando una temporada en Barcelona y no deja absolutamente nada aprovechable en la institución. Un mal ejemplo de lo que no necesita un gran club como el catalán. No ha recorrido los pasillos de la Masía, por lo que no ha consolidado a ni un solo canterano; No ha logrado obtener un solo ápice de motivación en una plantilla que lo ha ganado todo años atrás; No ha cosechado ni un solo cambio táctico que aporte un beneficio mínimo al equipo; No ha conseguido la autoridad necesaria para imponer sus propios criterios a los futbolistas; Ni ha conseguido que un solo jugador crea en él; Y no ha desarrollado la personalidad suficiente para reclamar los futbolistas necesarios a una junta directiva tan inepta como cínica y maquiavélica. Lo que antes era negativo en el conjunto catalán, hoy sigue siendo negativo y sin embargo el Tata no deja nada bueno para cimentar el más inminente futuro.

6 de mayo de 2014

Una liga en mitad del desierto



Acabó el partido en el Cam Nou y los jugadores culés desfilaban serios hacia el túnel de vestuarios. No eran momentos para sonrisas, pero tampoco desprendían demasiada preocupación. Parecía que hubiesen perdido la liga hacía meses, como si los dos puntos arañados por el Getafe tuviesen la misma importancia que un amistoso de agosto. La bocana iba engullendo lentamente la imagen de los futbolistas azulgranas sin sobresaltos y sin agobios. Demasiado cansancio acumulado a lo largo de una temporada repugnante para un equipo que no ha recibido ayuda desde fuera y que solo ha recibido palos desde dentro. Los ojos de los futbolistas culés no muestran absolutamente nada, están vacíos como sus deseos y agrietados como sus esperanzas. La plantilla ya sabe a estas horas que una liga más o menos no cambiará absolutamente nada, el trofeo es solo un trozo de metal, la reputación no se puede recuperar en dos partidos.

19 de abril de 2014

El Barcelona no juega contra el Athletic de Bilbao



Si el Real Madrid comercializara una nueva camiseta con el nombre de Rosell a la espalda a buen seguro vendería más unidades que CR7. José María Bartomeu, Faus, Freixa, incluso Zubizarreta también podrían ocupar un lugar relevante en el escaparate de la tienda merengue. Todos ellos representan la demostración cristalina de que incluso Joan Gaspar hoy en día podría parecer un fantástico presidente. Lo que no consiguió Cristiano Ronaldo, Ramos, Di María o Mourinho sobre el césped lo logró un solo hombre sentado en un despacho. Corren malos tiempos para la caverna mediática, Bakia o Florentino Pérez; Rosell y su séquito de incapaces les han dejado sin trofeo. Sería ridículo que desde Madrid algún estamento pudiese reclamar como propia la desorganización del conjunto catalán. La evidencia de los culpables azulgranas les aleja de posibles tentaciones. Nunca tan pocos hicieron tanto daño, no solo al Barcelona en particular, sino al fútbol en general, porque el fútbol desarrollado por este equipo nos pertenece a todos. La belleza del arte no discrimina nacionalidades ni religiones, puesto que no es necesario ser egipcio para admirar la pirámide de Keops o ser culé para admirar a Messi.

17 de abril de 2014

Aquí yace un equipo histórico



Seguro que están en el fondo de un olvidado cajón de su despacho, quizás en una anotación descolorida al final de un pequeño cuadernillo de presagios, o grabado en los oídos de cualquiera que aquellos días le prestase algo de atención. Quizás sus premoniciones, ayer intuición hoy realidad, estén escondidas en un rincón de su mente cristalina.  Guardiola lo dijo sin palabras, lo dijo con su marcha a ninguna parte, lo proyectó en la fugacidad de su retiro, en su espalda rasgada por la daga en aquella rueda de prensa de su adiós, sentado entre Caín y Caín. Nadie supo interpretar su año de luto, sus elegantes silencios, los auténticos  motivos de su destierro a las antípodas de Barcelona, del planeta, del fútbol y del club de sus sueños. Guardiola puso tierra de por medio entre su alma y su mente, entre el triunfo y la decadencia. Saltó por la borda al mar como un capitán al que el patrón le ha robado los galones. Supo alejarse de su propia obra porque aquellos días descubrió que bajo la pintura blaugrana solo había recuerdos y bajo los recuerdos barniz y bajo el barniz una capa de óxido oculto y corroyente.

14 de abril de 2014

El prólogo del problema



La puerta se acababa de cerrar mientras se alejaba la escalera sobre el suelo escarchado. Estaba a punto de despegar un avión de la compañía Sol Líneas Aéreas que habitualmente hace el recorrido entre Rosario y Buenos Aires. Era el mes de julio de 2013, doce de la mañana hora local y en apenas 50 minutos se despejaría la decisión más importante que ha tomado el Barcelona en el último lustro. En aquel aparato que se alejaba del Aeroparque Internacional de Rosario viajaba el presente y el futuro de la plantilla futbolística más impresionante que ha parido la historia.

13 de abril de 2014

Perdieron en el Sur porque han perdido el Norte



Las decisiones tomadas por la junta directiva del Barcelona en el último verano solo pueden inducirnos a pensar que la culpa de la mediocridad culé la pasada temporada era de Villa, o bien era de Roura, quizás Abidal o incluso de Thiago Alcántara si estiramos la ironía. En esos movimientos se basó el diagnóstico culé para determinar la enfermedad de su plantilla tras haber sido zarandeada por un Bayern de Munich sin Guardiola. La receta ha sido simple, Neymar y un montón de problemas institucionales, Martino y un montón de problemas deportivos.

11 de abril de 2014

Morir con los centrales puestos



Evitar un análisis profundo de las ideas tácticas empleadas por Gerardo Martino a lo largo de la presente temporada sería un ejercicio de humanidad. El carácter afable y respetuoso del actual técnico culé bien merece ser respondido con un lenguaje neutro pero honesto al mismo tiempo. El mayor respeto que se puede alcanzar con una persona respetuosa es teniendo con ella un acto de honestidad. En la rueda de prensa tras la debacle blaugrana ante el Atlético de Madrid, decía Martino que la intención de situar a Messi en la banda derecha obedecía al objetivo de hacerlo un jugador “poco participativo”. Según ha trascendido a los muros del vestuario catalán, en la charla técnica previa al encuentro fue un poco menos lacónico. Reflexionó acerca de esta decisión y se vio obligado a explicar ante las caras atónitas de sus futbolistas porqué había decidido ahorrar el quebradero de cabeza que restaba sueño a Diego Pablo Simeone.

10 de abril de 2014

Por esto son del Atleti



Si el fútbol fuese perfecto, en los primeros 15 minutos el Atlético de Madrid debería haber sentenciado la eliminatoria. El Barcelona fue arrollado por un huracán que desde el principio llevó escrito en la frente la palabra semifinales. Simeone salió con un plan para romper la baraja y los azulgranas sufrieron como ya no se les recordaba. En el inicio del partido, cuando menos importa la forma física fueron superados en todos los aspectos futbolísticos que componen este deporte. Al conjunto colchonero solo le faltó acierto para haber hecho del Barcelona una auténtica carnicería como ocurrió la temporada pasada en Alemania. La suerte permitió al conjunto catalán salir vivo del rodillo pero ni pudo ni supo solucionarlo en los 75 minutos restantes. Una nueva historia legendaria donde fue imposible distinguir quién ocupaba el papel de David y quién el de Goliat.

9 de abril de 2014

Jugar sobre el alambre



¿Qué pasaría si el Barcelona con el actual equipo que tiene, tuviese la misma intensidad que tuvo ayer el Borussia Dortmund? Ya se lo anticipo yo, que arrollaría a cualquier rival exceptuando al Bayern de Munich e incluyendo al Atlético de Madrid. Si a la calidad individual de jugadores como Neymar, Messi, Iniesta o Fábregas se les suministra la misma motivación que anoche demostraron Reus o Lewandowski y se les reducen los espacios para presionar, estaríamos viendo el mejor Barcelona de Guardiola. La principal diferencia entre este equipo y el de hace unos años es que este solo corre cuando corre Messi, y el de antaño pasaba incluso por encima del astro argentino. El conjunto catalán necesita volver a imponer ese ritmo infatigable y colectivo que señala a aquellos futbolistas que se toman un respiro en los partidos. Necesita presionar en ataque, correr más rápido para correr menos. Volver a empujar desde la defensa a los mediocampistas hacia la línea de presión y alejarlos del círculo central. Volver a reducir el terreno de juego a las coordenadas donde el conjunto catalán acumula el talento. Volver a ser un equipo donde la defensa ocupa el área de los centrocampistas, y los centrocampistas comparten el espacio de los delanteros.

6 de abril de 2014

Rosell ha votado NO



Era el verano de 2011 y Sandro Rosell confesaba en TV3 con mucha preocupación y seriedad las medidas que había tomado su junta directiva para reducir la deuda del Barcelona. Se habían visto en la obligación de pegarle el tijeretazo a las secciones deportivas del club.  No había presupuesto para desplazar al equipo de beisbol más allá de Cataluña y al filo de la lágrima admitía que "Sufrimos con ello. Quitamos el cáterin en los actos, nuestros guardaespaldas... (Silencio para tomar aire) E incluso se han dejado de hacer fotocopias en color en el club. Ahora las hacemos en blanco y negro y ahorramos en tóner hasta 30.000 euros". Me alegra pensar que la época de penuria económica ya no habita en la avenida de “les corts”. Lo dice el resultado del referéndum porque el “soci” ha dicho sí al macro proyecto de 600 millones que le han sugerido sus representantes para “estirar la cara del estadio”.

5 de abril de 2014

De aquellos abrazos... Vienen estos lodos



El sol se abría hueco entre algunas nubes sobre la ciudad condal cuando el coche de Sandro Rosell se detuvo en la puerta del restaurante “The Mirror”. Al por aquel entonces presidente blaugrana le acompañaban dos directivos de su junta.  Recorrieron los metros que les separaban de la puerta del local entre vítores y aplausos de los aficionados que les instaban a “darles caña”, cuanta inocencia. Ese día era el 3 de mayo de 2011 y el ensanche barcelonés estaba tomado en esa zona por banderas blaugranas y señeras catalanas enarboladas al grito de “presidente, presidente...” Faltaban pocas horas para que se disputase el partido de vuelta entre Barcelona y Real Madrid que determinaría el finalista de aquella magullada Champions.

4 de abril de 2014

Con los niños no se juega



Aquellos que consideren los problemas burocráticos del Barcelona como el resultado de una conspiración engendrada desde Madrid, están dando categoría de veracidad posible a las conspiraciones opuestas. La existencia del Villarato y demás abusos de poder y juego sucio de los que ha sido acusado el club catalán en los últimos años podrían encontrar un espacio regado con el beneficio de la duda si se sigue alimentando desde la ciudad condal la teoría de la conspiración o la mano blanca contra el futuro de la entidad. Si aceptamos que el grado de putrefacción del mundo del fútbol y la justicia llega al extremo de pensar que Florentino Pérez aprieta la corbata de Blatter o invita a cafés en la Audiencia Nacional y la Agencia Tributaria, también deberíamos considerar la posibilidad de que el Barcelona tenga un poder recíproco en la UEFA, la RFEF o los tribunales catalanes. A falta de pruebas y de lógica democrática en sendos casos, el sentido común solo puede conducir a rechazar ambas teorías por la ausencia de la evidencia.

2 de abril de 2014

Como si se rebelase la Masía



Que el Barcelona no pueda contratar a ningún jugador hasta el próximo año solo puede interpretarse como un regalo al club teniendo en cuenta la directiva que lo acaudilla y el director deportivo de quien depende. Más que un recurso de alegaciones contra la decisión de la FIFA, el presidente culé debería hacerle llegar a Josep Blatter una carta de agradecimiento escrita de su puño y letra por limitarle el poder de decisión y devolverle al camino correcto en la política de contrataciones. El Fútbol Club Barcelona estará obligado en los próximos meses a realizar un acto de contrición forzosa al tener que elegir el punto donde quiere seccionarse la libra de carne para redimir sus pecados.

El minuto 70



Gerardo Martino ha debido de dormir muy poco la pasada noche, le presupongo encogido bajo el edredón con sudores fríos y pesadillas inconexas con el resultado de su equipo. Ayer, durante el partido, se vio obligado a realizar una sustitución antes del minuto setenta. Gerard Piqué daba un espaldarazo sobre el terreno de juego cuando solo se habían disputado diez minutos y el Barcelona tuvo que introducir a Bartra en el campo, un hombre sin nombre, pero en definitiva un hombre. El problema no era la sustitución en sí, no era la pérdida de Piqué y la presencia del joven Bartra, el problema es que había de producirse antes del minuto setenta, lo que sin duda ha debido significar un auténtico sacrilegio en la mente del entrenador culé. No se me ocurre ningún motivo lógico para que el Tata intente evitar por todos los medios las sustituciones de carácter técnico antes de ese fatídico minuto. Quizás el minuto setenta simbolice una barrera supersticiosa en el entorno del preparador argentino, otro polo verde pistacho despojado del cuerpo y aplicado al juego. Quizás si Piqué hubiese volado sobre Diego Costa en el minuto setenta y uno, Martino podría haberse evitado una noche de perros con toallas húmedas en la frente y vasos de agua sobre la mesita.

1 de abril de 2014

El más común de los mortales



Pedro, el jugador del Barcelona, nunca ha pertenecido a esa élite tatuada de futbolistas y ya jamás lo hará porque es objeto de demasiados prejuicios artificiales. Las genuflexiones en fútbol a veces se ganan como en la nobleza, dependiendo del nombre y del título. Las reverencias no se cosechan por las cualidades personales sino por las patrimoniales. No es lo mismo llamarse Cayetana Fitz-James Stuart que Manuela Gómez Pérez, o llamarse Neymar da Silva que Pedro Rodríguez. No es lo mismo ser canario que ser un brasileño de los brasileños de toda la vida. La sociedad arrastra demasiados prejuicios históricos y genealógicos a la hora de respetar los méritos profesionales y personales de la gente. A favor del hijo del gasolinero juegan sus piernas, su velocidad y su capacidad de lucha, en contra juega su nombre y su valor de mercado.

31 de marzo de 2014

Asincronismo por Neymar



Corría el minuto  setenta en el estadio Cornellá-El Prat mientras Iniesta corría por la banda apurando su calentamiento para entrar en el partido. El encuentro hasta ese momento desprendía un olor a empate a cero insoportable a pesar de que ya se habían sucedido algunas ocasiones óptimas para abrir el marcador en la primera parte. El conjunto azulgrana vivía su particular penitencia perica entre faltas durísimas y fueras de juego milimétricos. El ataque culé formado por Messi, Neymar y Pedro hacía bastante rato que había pedido un auxilio que no acaba de llegar desde la banda. Mientras las espinilleras de Neymar eran cosidas a patadas, las botas de Messi no encontraban el camino y las de Pedro mostraban la agonía inevitable de quien está continuamente abocado a atacar pero también a defender. Como Dani Alves pero al revés.

28 de marzo de 2014

Cristiano enseña la venda



Cristiano Ronaldo es el futbolista que más información transmite con su cuerpo sobre un terreno de juego. Mirarle durante un partido es como estar viendo a un indio americano haciendo señales de humo, es como un folleto médico apostado en la sala de espera de un consultorio médico. A cada una de sus acciones o de sus omisiones siempre le acompaña su gesto correspondiente. Si lanza una falta a las nubes, la naturaleza nos recompensará la pérdida de dos palomas con la imagen del portugués mirando al césped, incluso tocándolo bruscamente con la mano en el punto donde estaba situado el balón como si unas briznas de hierba seca en el verde tapiz hubiesen propiciado el ocaso del lanzamiento y la lamentable pérdida de sendas aves.  Si el delantero merengue pone en peligro la integridad física de los rivales situados en una barrera dentro del área, no es descartable que el gesto más expresivo de Cristiano sea levantar la mano reclamando penalti, incluso cuando el balón se haya estampado en la espalda del adversario.

27 de marzo de 2014

Balas de fogueo



Cayó el Real Madrid en Sevilla mientras el artífice de la conspiración arbitral resoplaba en un palco oscuro del Ramón Sánchez Pizjuan por las ocasiones perdidas. El señorito andaluz sobre ruedas con un mal disimulado acento caló regresó a la que aún cree su casa, pero lo hizo a hurtadillas. Se escondió en la zona noble, a la que solo le faltaba un gato blanco para acariciar, protegido por cristales de dos centímetros y gafas de sol en plena noche. Ayer su presencia no tenía sentido, la culpa no fue exclusiva del árbitro porque el cupo de quejas madridistas contra el justiciero estamento ya está mal agotado. Curiosamente tras el encuentro, el Real Madrid podría haberse quejado del árbitro por dos penaltis claros a Cristiano Ronaldo, a pesar de que la falta que materializó muy a su estilo venía precedida de un derribo inexistente. Sin embargo el reclamo penoso carecía de sentido porque tras el clásico CR7 y Sergio Ramos decidieron disparar al árbitro con balas de fogueo para tapar sus ridículas actuaciones sobre el césped. Ayer podrían haber seguido atacando, pero la recámara ya está vacía de balas de verdad como lo está la paciencia de sus propios aficionados.

26 de marzo de 2014

Yo tengo el poder



De Messi gusta hasta su forma de lanzar los penaltis con ese suave toque zurdo que tiene acariciando la pelota sin estridencias. Apenas toma carrera y rara vez levanta la cabeza para mirar al portero. Sus ojos se centran en el balón a unos tres metros, que descansa humillado ante él, deseando ser golpeado por quien mejor lo trata del mundo. Todo lo hace con tal sutileza que parece imposible que de su pie salgan semejantes cañonazos ajustados a los postes. Su margen de error solo depende de sus botas, no hay margen de acierto para los guantes del portero. El balón entra limpio y recto hasta estamparse contra la red recorriéndola por completo en su parte lateral dibujando una efímera comba, como movida por el viento.

25 de marzo de 2014

Algunos no se quieren enterar



El motivo de las declaraciones tras el clásico de Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos obedece más a cuestiones psicológicas que futbolísticas. El jugador portugués ya había comentado con anterioridad, tras la lesión de Jesse, que hablaría el domingo tras el clásico, por tanto tenía complicado esconderse. Sergio Ramos (3 ligas y una copa en 10 años), que ansía ser una especie de Fernando Hierro aflamencado, aunque carezca de su currículum y su carisma, tampoco tenía fácil evitar las declaraciones ante los periodistas. Ronaldo solo tenía que elegir la forma de hacer el ridículo, tenía la opción de hacerlo dejando que le preguntasen por la actuación de Messi y la suya propia durante el partido o tenía la opción de evitar dicha comparación hablando cínicamente de la actuación arbitral. Como todos pudimos comprobar, de forma incomprensible, en un acto de cobardía que ya cuenta con demasiados precedentes, parece evidente que Ronaldo teme más a Messi que a los árbitros.

11 de marzo de 2014

La pareja de Shakira



Piqué siempre fue sobre el terreno de juego una versión inteligente de Sergio Ramos. La diferencia más abrumadora entre ambos centrales no se refleja en su capacidad intelectual, sino en su antagonismo ante las metas que cada uno hasta el momento se había planteado. Un quiero y no puedo luchando en la distancia contra un puedo pero no quiero. Mientras el defensa madridista pretende representar lo que por cuestiones genéticas e históricas nunca llegará a ser, el defensa azulgrana parece rechazar lo que el destino y sus posibilidades innatas le tenían reservado. Mientras uno aporta exclusivamente su fuerza de voluntad, el otro está arriesgándolo absolutamente todo al escurridizo talento. Lo que sirve en Madrid no tiene porqué ser necesariamente útil en Barcelona a pesar de que ambas entidades siempre andan a codazos en las cimas Europeas. Un año después de que Guardiola rescatase a Piqué del ostracismo inglés, lo recuerdo como un central con una talla imponente, una figura exquisita con un toque de centrocampista y una limpieza apabullante en sus acciones defensivas. Era una bala en el corte y una roca en el choque, técnicamente inmejorable para su puesto y tácticamente sobresaliente bajo las indicaciones de Puyol. Ser defensa en el Barcelona es más complicado que ser delantero y no suponía una locura afirmar que quien veía jugar a Piqué, efectivamente, recordaba a Beckenbauer. Acaparaba absolutamente todos los requisitos para convertirse en un futbolista legendario como lo fueron los de otras épocas.

7 de marzo de 2014

Recostados en el túnel de vestuarios



Quedan tres meses de competición y pase lo que pase, el Barcelona debería cambiar el enfoque de su plantilla para la próxima temporada. Si el conjunto catalán gana la Champions debería modificar la fisionomía de su plantilla, así como si gana la Liga o los tres títulos por los que lucha. No importa el resultado, que puede depender de tener mayor o menor fortuna,  porque a lo largo de la temporada ya se ha podido apreciar una fina lluvia de debilidades que desde hace un par de años agrietan el vestuario culé. Cada vez es más notoria la irrelevancia deportiva que algunos jugadores aportan al combinado azulgrana. Son futbolistas que no han alcanzado las expectativas técnicas y estratégicas para las que fueron contratados. Definitivamente no mejoran lo que había y así mismo poseen el talento y la energía suficiente para desarrollar todo su potencial en cualquier otro equipo. Sus sueldos millonarios apagan los sueños de desconocidos canteranos y esconden las miserias de despachos a través de propaganda, renombres, extensos currículum internacionalidades y bajos riesgos directivos. Hacer alardes bancarios es una forma de soltar absolutamente toda la presión sobre el cuerpo técnico y jugadores. Es como si el directivo evadiese su responsabilidad y limitase sus funciones institucionales a gastarse el dinero, y si la operación sale mal a entonar la canción del “a mí no me miréis”.

6 de marzo de 2014

Subcultura blanca casi negra



A algunos señores les molesta una barbaridad que la selección española siga cosechando victorias ante rivales importantes. Cuando un aficionado o periodista español critica de forma sistemática al combinado nacional, cuestiones políticas al margen, siempre se repiten las mismas pautas. Todos ellos coinciden en similares  argumentos: Que si el juego es aburrido, que si no tiran a puerta, que si sería maravilloso con las porterías en los costados, que si sudan poco y corren menos, etc, etc, etc. Es una corriente con una cantidad ridícula de adeptos porque los predicadores mediáticos que la divulgan son igualmente ridículos a la hora de argumentar sus postulados. Se les nota demasiado el resentimiento acumulado a lo largo de los últimos años y utilizan los partidos de la selección para pasar factura única por una diversidad de cuentas pendientes.

5 de marzo de 2014

Un alma de carne y hueso



A final de temporada Carles Puyol se empadronará en otro sitio, o quién sabe, quizás en ninguna parte porque le sea imposible seccionar el cordón umbilical que le une al Barcelona de por vida. Cada pelea que ganó la podría haber ganado en cualquier club porque es el hijo biológico de las virtudes  aplaudidas por cualquier aficionado deportivo. Nunca ha parado de correr y de luchar, siempre dio dos zancadas de más para que sus compañeros diesen una de menos. Cada partido que afrontó, lo hizo desafiando las leyes físicas de la resistencia y el entendimiento humano más elementales bajo un razonamiento único: Si no llegas muerto a la caseta no mereces esta camiseta.

2 de marzo de 2014

Arbeloa se cae, España se levanta



Parece increíble que la ausencia de Álvaro Arbeloa para el partido ante Italia esté levantando una polvareda de confrontaciones en el entorno futbolístico español. Para aquellos que aprecian la mediocridad del fútbol con la mano tapándose la nariz ha supuesto la caída de un mito. Cae la el telón americano donde el botones siempre acaba dirigiendo la empresa, al fin y al cabo esto es España. La mística de Arbeloa no es producto de lo que hace sobre el césped, sino de lo que dice fuera de él. La figura del madridista ha sido, es y será un rancio recuerdo de Mourinho, una postal en blanco y negro que el técnico portugués se dejó olvidada en nuestro país y que poco a poco se desgasta y corroe con el tiempo. Su nombre ha supuesto durante demasiado tiempo un emblema de aquella manera vieja y rancia de hacer las cosas. Fue acogido por Mourinho en el agobio, como un perro fiel, y consentido por del Bosque en la selección para intentar estirar lo máximo que ha podido el equilibrio entre seleccionados de Madrid y Barcelona. La tomadura de pelo parece haber llegado a su final.

27 de febrero de 2014

Josep se escribe sin “P”



Algunos en Televisión Española le conocen como el Georgie Dann de las exclusivas, por asumir como propia la inmediatez ajena, otros le bautizaron como Gerardo futbolero por considerarle, con el decálogo del gremio en la mano, el peor periodista deportivo de España y yo he decidido que hoy voy a manchar la tinta de mi blog para presentarles a José Pedrerol, el tipo que se cansó de ser pobre y perdió la “P” de su nombre.

25 de febrero de 2014

Sandro Rosell y los 40 millones



Lo que está ocurriendo en el Barcelona solo puede deberse a que está gestionado por administradores más preocupados por las arrugas de su corbata y por mantener su peso ideal que por preservar el nombre de la institución a la que representan. La administración de sus egos ha sido tan pésima como cada una de las decisiones que han tomado. Este grupo de advenedizos electos heredaron el mejor equipo del mundo y el mejor club en lo que va de siglo. La junta directiva precedente consiguió reunir sin insultantes alardes bancarios al grupo de futbolistas más impresionante que este deporte ha visto en toda su historia, culerizó el club hasta las cloacas y arriesgando su propia reputación con una demostración de valentía absoluta y convencimiento supremo otorgó la dirección del equipo a un joven de treinta y siete años. Laporta remodeló el resto de secciones deportivas de la entidad y consiguió contagiar de filosofía blaugrana a cada uno de los deportistas que se enfundaban la camiseta con el escudo azulgrana independientemente del deporte que dominasen. Convirtió al Fútbol Club Barcelona en un equipo ganador y modélico allá adonde llevase su autobús e hizo ponerse en pie al aficionado más reacio de cualquier estamento deportivo cada vez que se ponía en marcha la sinfonía del himno culé.

24 de febrero de 2014

El fútbol enlatado



Xavi no estaba en el terreno de juego pero parecía haber corrido diez kilómetros seguidos, aunque eso con Martino es imposible, su piel parecía sudorosa aunque realmente estaba impoluta, las cuencas de los ojos pronunciadas y la mirada perdida en el infinito, como quien mira sin ver nada porque todo su semblante se centra en sus pensamientos. La palidez de su cara, el hieratismo de sus pupilas mirando al césped le delataban, jamás recordará lo que vio en ese instante, sino lo que pensó, estaba aterrorizado, incrédulo, por primera vez había perdido el control de lo que estaba pasando.

19 de febrero de 2014

Ayer Mourinho



Un escalofrío recorrió los cimientos del fútbol europeo cuando la bola del Fútbol Club Barcelona quedó emparejada con la del Manchester City en el sorteo para los octavos de final de la Europa Champions League. El motivo parecía estar justificado, los ingleses reventaron el pasado mes de Diciembre el Allianz Arena batiendo al equipo que más terror ha distribuido el último año en el continente, el Bayern de Pep Guardiola.

12 de febrero de 2014

Ellos nunca juegan en casa



Nadie le pide un autógrafo ni nadie asiste al campo para verle, jamás se besa el escudo cuando acierta porque dicen que nunca lo hace. No lleva un número en la espalda pero lleva toda la presión sobre sus hombros. Sus apellidos jamás se olvidan cuando acaban los partidos. A veces me pregunto quién lavará su ropa, si alguien la planchará con el mimo suficiente de no quemar el escudo de la Real Federación Española de Fútbol y si alguien estampará un beso en el cristal de su coche antes de su partida a los infiernos que se desatan los fines de semana en cualquier ciudad de España. O si por el contrario manda por mensajería la ropa a una lavandería desde un campo de concentración deshumanizado, oscuro como su existencia y carente de contacto con el resto del mundo. Me resulta casi imposible imaginarme a un árbitro español esbozando una sonrisa ante sus hijos, apreciando un cuento de Julio Cortázar o mirando un viejo álbum familiar con lágrimas en los ojos. Es imposible que alguien pueda encontrar la felicidad vestido de  negro con un silbato en la boca porque ellos siempre se equivocan. El arbitraje es un hábito irreversible que nunca encuentra hueco para la misericordia ajena, un acto de sodomía absoluta y notoria ante toda la sociedad.

Aquel que decide practicar el arbitraje futbolístico en este país está destinado a declinar todos sus derechos y virtudes que le igualaban como ser humano al resto de hombres antes de tomar la decisión. Quien se agarra a un silbato pierde su derecho al honor, a no ser insultado,  menospreciado o calumniado, renuncia a las pocas esperanzas que cualquier ser humano tiene de ser medianamente feliz desarrollando su vocación. Es la única figura pública desamparada por la constitución y marginada por las leyes democráticas más elementales.

El árbitro español desempeña dos funciones, una accesoria y otra básica. La función accesoria consiste en interpretar un reglamento ambiguo y en sortear los engaños y reclamaciones de 22 jóvenes millonarios carentes de educación en la mayoría de los casos y repletos de egoísmo en casi todos. La función social comienza justo cuando acaba el partido, pues se convierte en un aliviador de traumas comunitarios y en un fetiche de la falsa virilidad. Aquellos que les critican  sustituyendo argumentos por insultos y empatía por odio, desfiguran su civismo y la poca valentía que consumen con el tibio objetivo de vencer al rival más débil después de que su idea haya fracasado con el rival más fuerte, el equipo contrario. Aquellos que siembran la duda del error arbitral consciente son los verdugos inconscientes del propio deporte al que adulan y del que viven. Son los propietarios de los susurros que se clavan en nuestra mente para recordarnos que todo es mentira cada vez que nuestras expectativas deportivas no se cumplen. Son los que se refugian constantemente en el axioma de que la culpa es del diferente, del frágil, del árbitro. El enemigo es el solitario, el marginado, el que trota por el césped como un toro por la plaza alejado del campo.

Al árbitro… Al árbitro le han amputado el principio de autoridad y le han colgado la etiqueta de vulnerabilidad. Continúan indefensos por motivos puristas en aquellas instituciones que les dirigen y por la legislación que debería ampararles. No se les permite arrancarse las mordazas que le han situado en un estatus anacrónico y se les niega el derecho a rechazar el ultraje y la falsedad. Aquellos que analizan públicamente sus actuaciones, y que en la mayoría de ocasiones desconocen el reglamento,  han desterrado el sentido común de sus análisis y aplican la injusticia a quienes deben aplicar la justicia. Lo único que se puede decir a estas alturas de quien arbitra es que lo ha hecho mal o no decir nada. Que ningún árbitro espere que sus errores sean condonados por sus aciertos porque ya se les presupone que todos son unos hijos de… nadie, carecen de familia porque son autómatas sin derecho a equivocarse.

Esos incomprendidos de negro a los que les intuimos aceite lubricante en lugar de desodorante y voltios en lugar de plasma, tienen familia, amigos, ojos y oídos. El árbitro siempre juega fuera de casa, por eso a veces me pregunto si alguien le dará un abrazo en su partida, lavará su ropa o la planchará con mimo para no quemar el escudo de la Real Federación Española de Fútbol.