José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


5 de noviembre de 2012

De mirlos blancos a palomas heridas

Hace dos años que cumplió los 23 y acaba de quitar un banderín que adornaba la pared de su habitación. Era el último recuerdo material que le quedaba de aquel Lanzarote-Castilla. Su sueño se rompió, el tiempo había vencido y la realidad le había traicionado. La blanca pared tornada ocre por la tibia claridad, apenas deja ver las marcas de adhesivo que en otro tiempo sustentó el mural de una juventud marcada por el fútbol. Ya no queda ningún póster, ni caras burlescas a la cámara mientras sujetaba el trofeo con sus manos, ni aquella imagen estrechando la mano del presidente. Todas las fotos están arrugadas por el paso de los meses. Ya no hay esperanza, todos los recuerdos se guardan en el cajón de un viejo armario. Es muy tarde para alimentarse de sus sueños, pues los sueños hoy en día son escasos en un lugar donde solo mora  una verdad.