José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


2 de marzo de 2014

Arbeloa se cae, España se levanta



Parece increíble que la ausencia de Álvaro Arbeloa para el partido ante Italia esté levantando una polvareda de confrontaciones en el entorno futbolístico español. Para aquellos que aprecian la mediocridad del fútbol con la mano tapándose la nariz ha supuesto la caída de un mito. Cae la el telón americano donde el botones siempre acaba dirigiendo la empresa, al fin y al cabo esto es España. La mística de Arbeloa no es producto de lo que hace sobre el césped, sino de lo que dice fuera de él. La figura del madridista ha sido, es y será un rancio recuerdo de Mourinho, una postal en blanco y negro que el técnico portugués se dejó olvidada en nuestro país y que poco a poco se desgasta y corroe con el tiempo. Su nombre ha supuesto durante demasiado tiempo un emblema de aquella manera vieja y rancia de hacer las cosas. Fue acogido por Mourinho en el agobio, como un perro fiel, y consentido por del Bosque en la selección para intentar estirar lo máximo que ha podido el equilibrio entre seleccionados de Madrid y Barcelona. La tomadura de pelo parece haber llegado a su final.