José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


5 de marzo de 2014

Un alma de carne y hueso



A final de temporada Carles Puyol se empadronará en otro sitio, o quién sabe, quizás en ninguna parte porque le sea imposible seccionar el cordón umbilical que le une al Barcelona de por vida. Cada pelea que ganó la podría haber ganado en cualquier club porque es el hijo biológico de las virtudes  aplaudidas por cualquier aficionado deportivo. Nunca ha parado de correr y de luchar, siempre dio dos zancadas de más para que sus compañeros diesen una de menos. Cada partido que afrontó, lo hizo desafiando las leyes físicas de la resistencia y el entendimiento humano más elementales bajo un razonamiento único: Si no llegas muerto a la caseta no mereces esta camiseta.