José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


17 de octubre de 2012

Empate: Dos lesionados musculares y dos lesionados morales.


Hablo de juego y no de resultado. La historia de este partido resume perfectamente el presente y el que puede ser el futuro del combinado nacional. Francia nos cedió el balón durante el primer tiempo y España se empeñó en creerse que el rival no podía robárselo. Mientras los franceses nos regalaron el esférico, Xabi Alonso fue el jugador más nombrado del encuentro, pases cortos a medio metro con apoyo continuo e incrustado entre los centrales. Algún cambio de sentido y una gran aportación defensiva fueron el bagaje completo del tolosano. Posición bajo el punto de mira porque era la primera vez que jugaba un partido en serio de medio centro sin el apoyo de otro jugador como Busquets o el madridista Khedira en su club. Mientras los franceses decidían si querían ser gallos o gallinas, Alonso gobernó la salida de balón y trenzó el juego de la selección, sin mucho ritmo pero con poca pausa. Cuando el conjunto galo se inclinó por jugar al futbol, intentó marcar, ordenó el centro del campo e intentó elaborar juego, la aportación de Alonso fue harina de otro costal. La selección se envenenó con su propia medicina y acabó siendo arrollada ante la mirada atónita de los desorientados centrocampistas españoles. Mientras Alonso no era capaz de volver a tomarle el pulso a un partido roto, Del Bosque seguía tomando las decisiones menos acertadas. Un fallo de Cesc en el primer tiempo desde los once metros y otro de Juanfran con el tiempo reglamentario cumplido propició un contra ataque francés para que Giroud igualase el resultado.