José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


11 de enero de 2013

Se veía venir



En mitad de una tormenta a nadie debería sorprender, a menos que se tengan problemas auditivos, que siempre a un relámpago ha de seguirle su respectivo trueno. En mitad de la tormenta colérica que tiene sumido al Madrid en un auténtico caos deportivo e institucional, Sergio Ramos se ha convertido en un relámpago y el comité de competición ha respondido con un estruendoso trueno. Sin duda es algo que se veía venir. Se desconoce si será la última, pero desde luego no es la primera vez que el central sevillano mantiene una actitud altiva, despótica e irrespetuosa con el estamento arbitral. Si Ramos tuviese que redactar un pliego de descargo por su actitud ante los aficionados, el atenuante principal podría ampararse en que no es el único futbolista de su equipo que mantiene tales reacciones. Arbeloa, Ronaldo, Xabi Alonso y como no, el ínclito Pepe, son otros de los actores principales que se dedican a amedrentar a los colegiados durante los partidos, a faltarles al respeto por sus decisiones y a criticarles de forma clara en algunos casos y sibilina en otros siempre que muerden un micrófono.