José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


25 de febrero de 2014

Sandro Rosell y los 40 millones



Lo que está ocurriendo en el Barcelona solo puede deberse a que está gestionado por administradores más preocupados por las arrugas de su corbata y por mantener su peso ideal que por preservar el nombre de la institución a la que representan. La administración de sus egos ha sido tan pésima como cada una de las decisiones que han tomado. Este grupo de advenedizos electos heredaron el mejor equipo del mundo y el mejor club en lo que va de siglo. La junta directiva precedente consiguió reunir sin insultantes alardes bancarios al grupo de futbolistas más impresionante que este deporte ha visto en toda su historia, culerizó el club hasta las cloacas y arriesgando su propia reputación con una demostración de valentía absoluta y convencimiento supremo otorgó la dirección del equipo a un joven de treinta y siete años. Laporta remodeló el resto de secciones deportivas de la entidad y consiguió contagiar de filosofía blaugrana a cada uno de los deportistas que se enfundaban la camiseta con el escudo azulgrana independientemente del deporte que dominasen. Convirtió al Fútbol Club Barcelona en un equipo ganador y modélico allá adonde llevase su autobús e hizo ponerse en pie al aficionado más reacio de cualquier estamento deportivo cada vez que se ponía en marcha la sinfonía del himno culé.