José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


25 de marzo de 2013

Una trampa de Del Bosque


Si me despojo de mi absoluta simpatía por el personaje, solo me queda decir que cada vez que veo jugar a la selección, aumenta mi convicción de forma progresiva de que Vicente Del Bosque hace estupideces de forma voluntaria. Ni me parece un mal entrenador, todo lo contrario, ni mucho menos me parece una mala persona, sino lo opuesto. Desde que el salmantino tomó las riendas de la selección nacional se ha acomodado en la silla del estancamiento. El equipo que vemos hoy es el mismo de hace cuatro años, ni ha evolucionado nada ni tampoco lo ha pretendido. En cuatro años ha sabido mantener sus virtudes pero no ha pretendido limar sus defectos. Del Bosque demuestra con sus actitudes que es un calculador equilibrado con el sano pero absurdo objetivo de mantener el status quo total en el equipo nacional. Se trata de otro técnico a la vieja usanza que dosifica sus tozudeces de forma controlada, haciendo encaje de bolillos para que no se puedan comparar sus cuentas con las de los que pensamos de forma diferente.