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Si a dios se le ocurriese bajar a la tierra y en lugar de dirigirse a Haití o Somalia, se fuese primero a Polonia y le dijese a Del Bosque: He estado siguiendo la Eurocopa, he visto los cuatro partidos de España hasta el momento y he detectado que tiene usted un problema en la banda derecha con Arbeloa, que tiene una saturación innecesaria en el centro del campo con Xabi Alonso, que le falta un poco de profundidad en ataque y además, el demonio le ha jugado una mala pasada porque se las ha arreglado para que usted se lleve a un tal Fernando Torres convocado.
Señor Del Bosque, seguiría dios, ya hemos decidido en el cielo que usted y su equipo van a ganar la Eurocopa pero lo harán de forma poco brillante, con racanería, con escasos sobresaltos pero con diferencias en el marcador muy cortas, ganarán 1-0 a Portugal igual que a Alemania. No obstante, la crisis en la que está sumergida España y la clase política que llevan soportando los españoles desde hace quince años, ha hecho que los ángeles celestiales y yo mismo tengamos una deferencia con su país.
