José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


25 de marzo de 2014

Algunos no se quieren enterar



El motivo de las declaraciones tras el clásico de Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos obedece más a cuestiones psicológicas que futbolísticas. El jugador portugués ya había comentado con anterioridad, tras la lesión de Jesse, que hablaría el domingo tras el clásico, por tanto tenía complicado esconderse. Sergio Ramos (3 ligas y una copa en 10 años), que ansía ser una especie de Fernando Hierro aflamencado, aunque carezca de su currículum y su carisma, tampoco tenía fácil evitar las declaraciones ante los periodistas. Ronaldo solo tenía que elegir la forma de hacer el ridículo, tenía la opción de hacerlo dejando que le preguntasen por la actuación de Messi y la suya propia durante el partido o tenía la opción de evitar dicha comparación hablando cínicamente de la actuación arbitral. Como todos pudimos comprobar, de forma incomprensible, en un acto de cobardía que ya cuenta con demasiados precedentes, parece evidente que Ronaldo teme más a Messi que a los árbitros.