Su reloj
marcaba las tres de la tarde cuando los astros se disponían a alinearse por
aquel movimiento natural provocado por la atracción, las leyes físicas y el
polvo de estrellas. Hacía cincuenta años que se conocía este hecho, el astro diurno
perdería su luz durante unos minutos cuando de forma natural le correspondía el
momento de mayor brillo y esplendor.

La selección
lusa no tiene una mayor diferencia entre goles a favor y en contra porque su
astro rey, Cristiano Ronaldo, falló dos ocasiones de gol que solo están al
alcance de ser falladas por un jugador como Fernando Torres. El capitán luso acabó el partido bastante
disgustado por su aportación en la Eurocopa y por el menosprecio reincidente
del público danés que gritó en varias fases del partido el nombre de Messi.