José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


26 de marzo de 2014

Yo tengo el poder



De Messi gusta hasta su forma de lanzar los penaltis con ese suave toque zurdo que tiene acariciando la pelota sin estridencias. Apenas toma carrera y rara vez levanta la cabeza para mirar al portero. Sus ojos se centran en el balón a unos tres metros, que descansa humillado ante él, deseando ser golpeado por quien mejor lo trata del mundo. Todo lo hace con tal sutileza que parece imposible que de su pie salgan semejantes cañonazos ajustados a los postes. Su margen de error solo depende de sus botas, no hay margen de acierto para los guantes del portero. El balón entra limpio y recto hasta estamparse contra la red recorriéndola por completo en su parte lateral dibujando una efímera comba, como movida por el viento.