José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


24 de febrero de 2014

El fútbol enlatado



Xavi no estaba en el terreno de juego pero parecía haber corrido diez kilómetros seguidos, aunque eso con Martino es imposible, su piel parecía sudorosa aunque realmente estaba impoluta, las cuencas de los ojos pronunciadas y la mirada perdida en el infinito, como quien mira sin ver nada porque todo su semblante se centra en sus pensamientos. La palidez de su cara, el hieratismo de sus pupilas mirando al césped le delataban, jamás recordará lo que vio en ese instante, sino lo que pensó, estaba aterrorizado, incrédulo, por primera vez había perdido el control de lo que estaba pasando.