Pepe, el montaje del director

Hace pocos días hemos tenido el placer de conocer que la filmografía de Pepe es supuestamente mucho más amplia de lo que hasta el momento nos habían mostrado. Como un cinéfilo en su butaca esperando ver un inédito minuto tras una década de espera, el aficionado al fútbol años después, sabe que algún día podría conocer no solo el montaje del guionista Mourinho, sino también el del Director Guardiola. Y es que según se puede intuir, el técnico Catalán no decidió incluir en el largometraje algunas escenas que podrían dejar aún más en evidencia al protagonista. Pues Guardiola hasta lo que sabemos decidió ocultar actuaciones despreciables del central madridista.

Quizás todos nos hayamos precipitado al aceptar la idea de que la existencia de esa grabación es verdadera. Hemos aceptado pulpo como animal de compañía porque nos interesa y hemos decidido negar la mayor encendiendo una vela tras la santa cofradía de quién calla otorga. El Barcelona ni ha desmentido ni ha confirmado la grabación o la edición del material audiovisual, sin embargo en los medios de comunicación ya se ha decidido que el Barcelona cierra la boca para que no le entren moscas. De la noche a la mañana Cataluña Radio, otrora canal propagandista subjetivo y palmero del Fútbol Club Barcelona,  se ha convertido en un medio de referencia y aséptico hasta tal punto que ni desde los medios de signo merengue osan dudar de esta información.

El hecho de que incluso la prensa afín al madridismo acepte con los ojos cerrados la existencia de la cinta para poner en tela de juicio la moralidad culé, no hace más que dañar la imagen del central portugués pues este chico ya no obtiene el beneficio de la duda ni en su propia casa. Y el hecho de que incluso Iker Casillas dude de esa maniobra culé pero no dude del comportamiento de Pepe solo aumenta la evidencia de la imagen negativa que proyecta el central incluso entre sus compañeros.

Lo más raro de todo es que las inquietudes periodísticas se han inclinado por intentar dilucidar quién dio la orden y por qué. El asunto ha tomado un camino sorprendente  porque a nadie parece interesar el contenido de la supuesta cinta y el problema se reduce a su existencia. De existir la grabación, yo como periodista o aficionado quiero saber si se trata de una snob movie o de una versión remasterizada de la sirenita. Quiero saber si Pepe le da una patada a Messi sin balón de por medio, si le tira de la oreja, si le escupe en la cara o si le coge los genitales. Sin embargo, la máxima periodística de polemizar sobre el posible contenido ha cedido su lugar a la mínima periodística de analizar su continente. Aquí lo importante no es lo que haya podido hacer Pepe, aquí lo interesante para algunos es si la orden la dio Guardiola.

Según se observa el camino que han tomado los acontecimientos, si mañana el Barça confirmara la existencia de tal cinta y en ella saliese Pepe mordiendo el cuello  de Messi a cincuenta metros del árbitro, lo asqueroso del asunto no sería la acción de Pepe, sería la bajeza ética culé no solo por haberla difundido, sino por el mero hecho de haberla grabado. Es como si un vecino deja su cámara grabando en el balcón, al volver se encuentra que se ha grabado una violación y al llegar a comisaría con la cinta, la policía le acusa de mirón.

Ahora, un año y medio después, parece que el único que tenía derecho a defenderse es el Real Madrid. En esa época, según puede apreciarse en algunas declaraciones, Florentino Pérez y Mourinho eran los únicos que tenían derecho a utilizar la mesa de edición, montar un video y mandarlo a la Uefa para intentar evitar que hasta siete futbolistas blaugranas disputasen la final de Champions frente al Manchester. Eso era luchar por el Real Madrid. En cambio, si Guardiola decidió utilizar la mesa de edición para hacer una película sobre la vida cotidiana de Pepe en el campo y proteger a sus jugadores de futuras agresiones, nos hayamos pues ante una bajeza moral aun sabiendo que el Barça guardó el precioso material.

Pepe debería estar a estas horas más preocupado que de costumbre, pues ya a estas horas conoce de forma segura el recuerdo que dejará en el mundo del fútbol. Guardiola, el amante del buen fútbol y perfeccionista, el brillante estudioso, de ser todo esto cierto, no centró la atención del  Scouting en Pepe por sus movimientos tácticos, su condición física, su salida de balón o su posicionamiento en los corners. El verdadero castigo de Pepe es que al entrenador más brillante que se ha visto en la historia, lo único que le preocupaba de su juego eran sus patadas y sus comportamientos despreciables.