... Prego Vicente, prego.

Abrió aquel cajón de madera en plena oscuridad, aún no eran las siete de la mañana. Tanteó el interior y cogió unas pequeñas gafas con cristales oscurecidos que hacían una perfecta combinación con su traje italiano de negra seda. Cuando abrió por primera vez la ventana advirtió que aún no había amanecido y a pesar de todo mantuvo las gafas de sol sobre su frente…

España ha jugado su primer partido de esta Eurocopa y para algunos empiezan a aparecer las primeras dudas. Sin embargo, dudo que alguien tenga más dudas que el propio seleccionador. España ha llegado a la Eurocopa con una vitola incomparable, pues luce su estrella de campeón del mundo sobre el pecho, se pavonea con un sistema de juego excelente y dispone de una generación de futbolistas excepcionales. Alguien podría preguntarse qué problema tiene la selección, pues. A priori parece que ninguno, sin embargo la selección vuelve a adolecer de un problema estructural que le lleva martilleando el pie desde hace 50 años.

A Italia le ha bastado un partido para huir de su fama reservona, fea y malintencionada a la hora de desarrollar su fútbol. De un solo plumazo se ha librado de sus males a costa de los nuestros. España, tras ganar una Eurocopa y un mundial seguidos, no puede desprenderse definitivamente de esos lastres endémicos que solo Luis Aragonés supo regatear y mantener un tiempo en el olvido. No hablo de futbolistas, hablo de nombres porque incluso el propio Del Bosque ha intentado creerse más que nadie esas mentiras que pululan por el aire desde hace cuatro años y que nadie ha tenido la gallardía suficiente para negarlas y denunciarlas públicamente, que yo sepa. Nos hemos engañado a nosotros mismos y le hemos facilitado el engaño al seleccionador que ha convertido el equipo nacional en un coto privado de caza, cuando Aragonés lo dejó en coto, pero al menos público. Digamos que la principal herencia, el más importante tesoro que recibió Del Bosque de su antecesor no fue el sistema y los jugadores, tampoco el ánimo o el estatus de superioridad. El mayor premio que el seleccionador recibió de Luis fue esa capacidad de poder huir de los fantasmas de siempre, que siempre son los mismos pero con nombres y caras diferentes. Luis allanó un camino que Vicente se ha empeñado en soslayar. Raúl ha sido tan importante para esta selección que incluso su destierro ha servido para alcanzar las cotas más altas del éxito. La no convocatoria del siete madridista simbolizaba la ruptura con el pasado, con los números en propiedad, con alineaciones hechas a base de recortes de prensa, simbolizaba el fin de los poderes fácticos dentro del equipo para dar paso a una nueva era dominada por la justicia, el mérito y la verdad del balón. Hemos vuelto a la era de la diplomacia, de lo políticamente correcto, de la ausencia de rebeldía, de los nombres. Tan solo hace cuatro años, Güiza jugando en Mallorca podía dejar a Torres en el banquillo, Senna podía comandar el centro del campo llegando en un avión desde Villarreal o incluso Sergio García podía aspirar a la selección marcando goles en el Zaragoza. Ahora la selección está vetada de media tabla para abajo y es imposible para jugadores sin protección mediática.

Aquí si no tienes padrino, no te bautizas. Y ni Rubén Castro ni Adrián, Michu, ni Soldado han pisado jamás una iglesia. Que dios los tenga en la gloria que Del Bosque les ha negado prescindiendo de sus méritos para disputar este campeonato. Hablo de estos delanteros porque al menos merecían el beneficio, o el perjuicio de la duda, pero al menos la duda. Vicente del Bosque siempre lo tuvo claro al inclinarse por jugadores que saben decir patata con más delicadeza en las fotos publicitarias. Simplemente, ha sido preso de los mismos motivos por los cuales no le renovaron a él mismo el contrato en el Madrid. Florentino quiso un entrenador más mediático, con más estilo, más fotogénico, más delgado. De esos polvos vienen estos lodos.

España empezó el partido sorprendida por la presión Italiana jugando un primer tiempo prisionera de las asociaciones de Xavi, Fábregas, Silva y por supuesto Iniesta. España solo fue eso e Italia fue un poco más. Sin pena ni gloria empezó un segundo tiempo en el que los italianos empezaron a acusar el dominio español y a sufrir las incorporaciones de Iniesta por la izquierda. El juego de asociaciones empezó a carburar dejando varias oportunidades serias mientras Italia lo intentaba a la contra. El acierto de Di Natale fue respondido por el de Fábregas y no correspondido por el de Torres que falló tres ocasiones increíbles para sentenciar un partido donde la única historia la pusieron los escudos.

España jugó sin delantero centro por una razón muy sencilla. Olvídense de tácticas y estrategias. Ayer no hubo delantero centro porque Cesc Fábregas es mejor futbolista que Torres y que por supuesto Negredo. Llorente es caso aparte porque me da la sensación de que a Del Bosque no le acaba de convencer. El problema no es de ayer, es del día en que del Bosque dio la lista de 23. Contra Italia hemos tenido la grandísima oportunidad de asistir a una lección de verdades que están delante de nosotros todo el rato y que nos empeñamos  en enterrar continuamente. Si le preguntas a niños de 10 ó 12 años, que son los que de verdad saben de esto, porque son los que más lo viven, y los que más juegan a este santo deporte, pues si le preguntas por Torres te darán una respuesta muy sencillita y que cae por su propio peso: Torres es muy malo, no hay más. Yo en poco tiempo empezaré a peinar alguna cana y lo dejaré en que es un delantero discreto, limitado e inseguro. Es cierto que Messi puede fallar tres como las de Torres, voy más lejos, es cierto que Adrián puede fallar tres como las de Torres, pero la diferencia es que Adrián falla eso cada veinte partidos, Torres lleva cuatro años haciéndolo. A Torres no le han llevado al Chelsea o a la selección para que de juego o tenga oportunidades, a Torres lo fichan o le convocan en este caso para materializarlas.

Es imposible que alguien pueda dar a estas alturas una explicación razonable y futbolística por la cual nos puedan convencer de la presencia de Arbeloa en la selección. Como ya dije en otro artículo anterior, Arbeloa es un jugador cónico cuya única aportación en ataque es cero. No sabe centrar, no sabe ni tan siquiera driblar e interrumpe la agilidad en la circulación por bandas. Para colmo de males, en su aspecto más fuerte, el defensivo, se vió completamente rebasado por Cassano, un jugador con una cierta edad, con un ictus a sus espaldas pero con un talento impresionante. No solo fue rebasado por el delantaro italiano que encontró un filón en su banda, sino que obligó a Sergio Ramos a vivir pegado a la línea de cal y obligó a del Bosque a introducir a Jesús Navas para compensar las limitaciones del jugador salmantino. Desastrosa la aportación de Arbeloa y desastroso el seleccionador por tomar la decisión de incluirle en el equipo titular exponiéndolo casi al ridículo cada vez que cruzaba el centro del campo o era atacado por Cassano al que le tocó el euromillón con el lateral salmantino. Si Álvaro Arbeloa es un lastre en el Madrid que ya le busca sustituto con la cara de Juanfran ¿Cómo puede ser una solución para Del Bosque? Italia no es el Racing de Santander, en una Eurocopa suelen atacarte de vez en cuando.

Para que juegue Xabi Alonso, excepcional futbolista, del Bosque adelantó la posición de Busquets quince metros convirtiéndolo en un alma en pena por el centro del campo. Para que juegue Xabi Alonso, que tiene cabida con otra disposición táctica, Xavi Hernández se ve obligado a limitar su recorrido y su incidencia en el juego. Para que juegue Xabi Alonso, que sería importantísimo si hubiese que jugar al contraataque en algún momento, hay que prescindir de un jugador talentoso arriba que airee las bandas como podría ser Pedro o Mata. Para que juegue Alonso se anula la capacidad técnica de los centrales para sacar el balón jugado. Para que juegue Alonso tenemos que sufrir la aglomeración de hombres y el solapamiento de posiciones en todo el campo. Alonso es un jugador desperdiciado en este sistema y lo más grave de todo es que hace que se desperdicien otros.

Del Bosque no tiene nada claro porque para jugar con este esquema y estos futbolistas hay que estar dispuesto a jugárselo todo a una carta y  confiar plenamente en esta filosofía. Como Del Bosque no tiene una convicción absoluta, y eso no es criticable, se queda en el camino de en medio, que si es criticable. Nos deja en mitad del camino, mezclando futbolistas de un estilo con futbolistas de otro perfil, adapta el juego a los jugadores en vez de adaptar los jugadores al juego. Ha convertido la selección en una babilonia de estilos que solo conduce a la pérdida de oportunidades y al despojo del talento. Me extraña la insistencia de nuestro seleccionador en darle emoción a los partidos por no saber librarse de sus ataques de cobardía y diplomacia. Este sistema es para valientes acostumbrados a sufrir taquicardias. Es un sistema prisionero del riesgo en defensa y de la mayor acumulación de talento posible en ataque. Otra cosa diferente adolece de sentido porque esto no es una liga de 38 partidos con tiempo para rectificar, y aquí fracasa quien ha llegado al campeonato con las ideas más turbias. Del Bosque tiene todo el tiempo suficiente para escoger y para olvidarse de mezclar, porque a esta mezcla de estilo los italianos contestan:”Prego Vicente”.