José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


13 de junio de 2012

El cambio de logo


Marca Tv empieza a soportar las primeras paladas de tierra sobre su cogote porque apenas le quedan dos meses de vida. Según la información publicada por Terra.es: Las gestiones están bastante avanzadas. Mediapró cedería la señal del actual Marca TV a cambio de seguir haciendo la producción de Real Madrid TV.

Sería bastante paradójico que el canal televisivo de Marca cayese a manos del Real Madrid cuando ha vivido de él y para él. A algunos aficionados, el cambio de un canal por otro puede parecerle el mismo perro con distinto collar. Es cierto que el canal de Unidad Editorial se ha caracterizado por difundir casi exclusivamente información del club merengue, cosa que por otro lado parece loable pues la inmensa mayoría de su audiencia o es simpatizante del Real Madrid o es enemigo íntimo del mismo. No se trata de colores de camisetas, sino que estamos ante una operación dominada por el color del dinero. Marca no hace una programación madridista por antojo o por simpatía, sino por estrategia empresarial. Efectivamente, desde algunos sectores siempre se ha criticado que se puede hacer una programación eminentemente madridista sin que tenga que ser necesariamente pro madridista.

Felipe del Campo, el joven director de Marca Tv escogió el camino más corto pero menos arriesgado, eligió acotar su mercado a todo lo que huela a Concha espina, que a la postre se ha convertido en su más infiel competidor. Si Real Madrid televisión obtuviese otra banda de emisión en la TDT diferente a la de Marca, sin duda alguna no habría sitio para los dos porque prácticamente emiten los mismos contenidos, obviamente con una tendencia algo diferente. Le televisión del deporte ha degenerado en los últimos meses en la televisión del Real Madrid, porque es imposible que Florentino Pérez esté disgustado con el tratamiento que ciertos contenidos han tenido en los diversos programas y tertulias de la televisión de la M roja.

Marca Tv ha empezado a perder sentido a los ojos del presidente madridista en el mismo instante en que se ha entendido que solapa sus funciones con el medio de comunicación oficial merengue. Esas disfunciones que tan poquísimo gustan a Florentino Pérez. Sería bastante triste y preocupante para el periodismo deportivo aún a sabiendas de que se cambia información oficiosa por oficial, que el propio protagonista de la información sea el madurador del mensaje prescindiendo de la interpretación de los medios de la comunicación. Es una corriente muy peligrosa para los medios porque ya no basta con influir en opiniones y comprar voluntades al por mayor, ahora lo que interesa es reducir el precio, prescindir del intermediario y aclarar el mensaje al más puro estilo de un país sin constitución.

Aunque lamento lo que va a suceder, va a ser bastante interesante ver los movimientos en la madriguera y observar a los conejos cruzando la acera hacia los brazos de su ser superior. El primer caso lo hemos encontrado en el periodista del mundo Carlos Carbajosa que se ha marchado del periódico el mundo y de las tertulias marquistas para dirigir la sala de prensa madridista. Otros no tardarán en caer ante el cambio de logo tan inminente. Sin duda será esta una práctica corriente a partir de agosto. Y no lo critico, porque se puede ser periodista y se puede ser madridista al mismo tiempo. Lo que parece más difícil de comprender es utilizar una patente de corso para decir mentiras basadas en que no engañas a nadie porque te has destapado como madridista. Ser periodista autoproclamado públicamente madridista, no otorga la licencia para mentir y manipular. Algunos confunden la honestidad de confesar sus colores con la libertad para contar mentiras, porque creen que a esas alturas es lo único que se puede esperar.

Se puede hacer un periodismo basado en el Real Madrid y es lícito que los contenidos de un diario, un programa de radio o una franja televisiva estén dominados en un ochenta por ciento por un mismo club. Lo que resulta más peligroso es que esos contenidos están sesgados al antojo de una causa. Supongo que el aficionado madridista quiere consumir información de su equipo, pero siempre información veraz. De poco sirve que cada vez que juega la selección, nuestros jugadores nunca hagan penalti a los ojos del narrador y por el contrario siempre sea penalti a nuestro favor. El aficionado en definitiva lo que busca es sumergirse entre las letras y las palabras para encontrar la verdad.

Ya no hay tiempo para las últimas voluntades porque Florentino Pérez se ha empeñado en difundir el Real Madrid más allá del terreno de juego y las botas de fútbol. Aquí lo que importa no es el contenido, sino el continente. A veces me da la sensación de que si un día desapareciese por completo el Real Madrid se seguirían dando noticias diarias del club. Ya no importa lo que se ve, sino que lo importante es lo que te dicen que has visto. Se trata de una estrategia muy ambiciosa por parte del club blanco ya que se blinda informativamente a nivel nacional y se hace de una herramienta para vender un producto, el Real Madrid, que antaño se vendía solo. El Mercadeo de la imagen ningunea la idea del club porque da la sensación de que se trata de un producto que es necesario publicitar. Un equipo de fútbol no es una teletienda donde aparece un señor de sesenta años con aire bonachón mostrándonos lo bien que limpia la nueva fregona con sensor de movimiento y gps o la cartera aluma hecha para gente importante que no necesita llevar monedas.

El Real Madrid no necesita escaparate mediático más allá del Santiago Bernabéu. El club con la historia más laureada hasta la fecha no tendría que entender la necesidad de convencer a los telespectadores de afiliarse a su causa a base de repetir mensajes trucados con informaciones tendenciosas. El aficionado madridista quiere saber, como el bético o el culé, pero me da la sensación conociendo la trayectoria y filosofía de Florentino Pérez, de que el nuevo objetivo del canal guarda más relación con la propaganda barata que con la información institucional.

Si Mahoma no va a la montaña, que la montaña vaya a él. Los grandes clubes de la historia, entre los que se encuentra el Madrid, nunca han tenido la necesidad de utilizar la propaganda goebeliana para aumentar sus nutrientes aficionados con las almas desangeladas de los indecisos. Pareciese que el Madrid es un grupo político pidiendo el voto en período electoral. Hágase madridista. “Un bote, dos Botes polaco el que no bote”. Son los aficionados los que han de acercarse a un equipo, siempre fue así y nadie debería de tener la osadía de intentar convencer a nadie de besar un escudo. Si no vienen al Real Madrid, el Real Madrid irá a ellos. El curso natural de las cosas nos dice que el Madrid siempre tendrá un número escandaloso de aficionados y tampoco en el seno del consejo de administración deben arañarse la cara porque unas encuestas les digan que el Barcelona ha aumentado exponencialmente su simpatía por España y por el mundo. En un club son los aficionados que son, los que les corresponden, ni uno más ni uno menos. Poco a poco acabarán convirtiendo al equipo merengue en una institución sin alma y esclava de la mercadotecnia. Aquí ya no importa ni el juego ni el balón, aquí lo que importa son las cotas de seguimiento, el número de simpatizantes y los índices de popularidad.

Lo importante es que los aficionados, da igual el número, estén orgullosos de su equipo. Ah, perdón, sí es importante, a más aficionados se venden más camisetas. Pues nada señor Pérez, a cosechar almas con mensajes televisivos en lugar de cosecharlas con goles, con la historia, con respeto y con deportividad.
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4 comentarios:

  1. Verdades como puños.

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  2. Una pena que Jesús Alcaide no haya recibido propina.

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  3. De momento,Marca o Marca TV cuando el Barça ha ganado un título lo han puesto en portada,crees que haría lo mismo el Sport o imagínate un Sport TV,sinceramente ni de coña

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