Balón de barro, lengua de lodo

Su reloj marcaba las tres de la tarde cuando los astros se disponían a alinearse por aquel movimiento natural provocado por la atracción, las leyes físicas y el polvo de estrellas. Hacía cincuenta años que se conocía este hecho, el astro diurno perdería su luz durante unos minutos cuando de forma natural le correspondía el momento de mayor brillo y esplendor.

Portugal se mantiene en la lucha por pasar a cuartos de final en el campeonato Europeo gracias a un latigazo de Varela, a un gran remate de Postiga y a un soberbio cabezazo de Pepe. Sin noticias positivas en el juego de CR7, la gran selección danesa tuvo grandes dificultades durante todo el encuentro por las incursiones de Coentrao por la banda izquierda y de Nani por la derecha. El grupo de la muerte está muy vivo y todos los equipos, incluso Holanda mantienen sus opciones de pasar a la siguiente fase. En un grupo tan igualado los goles a favor y en contra podrían ser determinantes en caso de empate a puntos.

La selección lusa no tiene una mayor diferencia entre goles a favor y en contra porque su astro rey, Cristiano Ronaldo, falló dos ocasiones de gol que solo están al alcance de ser falladas por un jugador como Fernando Torres.  El capitán luso acabó el partido bastante disgustado por su aportación en la Eurocopa y por el menosprecio reincidente del público danés que gritó en varias fases del partido el nombre de Messi.

<< ¿Sabe dónde estaba Messi a estas alturas? Eliminado de la Copa América>>. Estas fueron las declaraciones de Cristiano a la conclusión del partido y ante la pregunta de un periodista en zona mixta. No sería muy difícil hacer un pequeño esfuerzo de empatía y ponerse en la situación del delantero portugués antes de pasar a criticarlo alegremente. Yo entiendo la actitud de Cristiano Ronaldo, lo comprendo y me solidarizo con él. Se trata de un futbolista al que el público recuerda continuamente que Messi es el mejor futbolista del mundo. Da igual la hinchada, el estadio, el país o el idioma de los aficionados porque el cántico de “Messi, Messi, Messi” siempre le persigue allá donde ponga sus pies. No recuerdo un caso similar tan continuo y generalizado en el tiempo y en los diferentes espacios. Es cierto que en ocasiones se han producido casos parecidos pero en momentos puntuales y entre enemigos y rivales íntimos. Esta situación es diferente porque empiezan a degustarla todos los estadios y sin rivalidad histórica de por medio.

También hay que tener en cuenta que CR7 viene de hacer un partido tan lamentable que ni siquiera pareció sonreír ante la agónica y sufrida victoria de su equipo. Parece estar dominado por un estado de estrés extremo y por una forma física dudosa. Falla dos ocasiones de gol, que son clamorosas no por estar solo ante el meta danés sino porque eran idóneas para sus características: Una con un lanzamiento al muñeco y otra con un chut ridículo por el miedo a intentar cualquier otra cosa que exigiese más talento. A todo esto hay que sumarle la auténtica clase de fútbol del astro argentino en un encuentro ante Brasil disputado en la capital del mundo más glamurosa como es Nueva York. Exhibición de Messi con dos golazos primero y un tercero solo al alcance de él mismo en un partido que no era de exhibición, pues entre argentinos y brasileños no existe la palabra amistad con un balón de por medio. Solo hay que ver las tanganas y la euforia con que ambos conjuntos celebraban sus goles para darse cuenta de que ese partido era mucho más que una demostración de poder. También hay que añadir las declaraciones, sabiamente corregidas posteriormente por su compañero y amigo Marcelo afirmando pocos días antes que Messi es el mejor del mundo. Otro de sus compañeros de club, Higuaín, se ha desmarcado con una serie de afirmaciones que también han de ser bastante dolorosas para el goleador luso: <<Messi es increíble>>, <<Es un placer jugar con él. Además, te imaginas que es muy fácil entenderse con alguien que juega así>>, <<Los partidos con Brasil se juega a cara de perro aunque sea un amistoso y Leo nos permitió irnos a todos tranquilos de vacaciones. Es muy raro compartir equipo con un jugador como él, es algo difícil de explicar>>.

Debe de ser bastante frustrante que con dos años menos tu jugador de referencia tenga dos Champions más y el triple de balones de oro. Y lo que debe ser aún peor es que te veas completamente aplastado en la batalla popular. Porque el aficionado general, ese sin nombre, sin intereses bastardos y sin cuentas pendientes ya hace tiempo que dicto una sentencia inapelable a favor de la pulga argentina y en contra del guapo portugués. El reconocimiento social es ese vanidoso galardón alejado de la falsedad que no admite discusión porque está movido por un cúmulo de circunstancias ingobernables e inquebrantables, es el mayor premio que nadie puede recibir porque es el que realmente escribe el libro de la historia que se pasa de boca en boca y que se transmite de abuelos a nietos. Ya es bastante tarde para que Ronaldo intente detener con declaraciones un juicio mundial que se ha pronunciado  claramente a favor de Messi. Porque ese trofeo puro, justo e imparable no lo deciden cuatro periodistas sentados delante de un ordenador, dos entrenadores amigos con un voto dirigido o tres compañeros buscando diplomacia en el club o en la selección. Aquí no hay jurado ni intereses creados, no existe la palmada en la espalda ni se valora el rencor. No hay reglas, no hay leyes, no hay margen ni cotas temporales, no existe el interés institucional ni la pena o la devolución de un favor. Cuando el aficionado habla solo hay tiempo para el olvido y para aceptar su decisión.

Cristiano Ronaldo utiliza los micrófonos para pedir un sitio en la gala del balón de oro y lo pide sin respeto. Ya en sí es una falta de respeto atribuirse una buena posición para ganarlo cuando hace cinco meses que se lo dieron a Messi y cuando aún faltan siete para que se produzca el desenlace. Debe de ser bastante difícil llevar una vida que en apariencia debería ser envidiada cuando desde que tenías quince años te han recordado y te has autoconvencido de que ibas a ocupar un lugar supremo en la historia cuando en realidad ese destino que tenías reservado en propiedad lo acaba ocupando otro con mucho más talento y educación. Me empieza a dar la sensación de que el halago desmesurado en ciertos círculos madridistas y portugueses hace más daño que beneficio al jugador luso. Todo empieza cuando le dicen que es un dios y acaba cuando sale al campo.

Dios ante ciertos micrófonos y simple mortal en el terreno de juego, Ronaldo acepta el reto que sus aduladores le exigen con la boca pequeña para  intentar medirse al jugador más grande que probablemente ha parido este planeta. De regreso al micrófono se ve obligado a tapar sus defectos enterrando ridículamente las virtudes del otro. Como decía al principio, es fácil entender la situación de Ronaldo porque se ha visto avocado a emprender una guerra perdida de antemano. Se ha visto apresado por sus propias declaraciones, por las de Mourinho, de Férguson, de futbolistas de su país y de algunos aficionados madridistas que le han empujado a la batalla sin comprender el contexto y el tono en que se dicen. Alguien cercano, con valentía y sinceridad debería explicarle que muchas declaraciones y halagos que recibe en detrimento de Messi o el voto de Iker Casillas en el pasado balón de oro están movidos por la cortesía más que por la sinceridad. Entiendo que haya gente a la que le guste más CR7 que Messi porque incluso hay gente cuyo jugador preferido es Torres, y es respetable, pero el luso ha de entender el contexto en el que se mueven los admiradores y cuantificar los halagos antes de embarcarse en una carrera que es imposible de ganar. Un jugador con la experiencia de Cristiano debería conocer con más precisión sus defectos que sus virtudes porque solo así podrá limarlos o mejorarlos.

Nunca hemos asistido a una comparación tan desigual entre dos futbolistas de talla mundial porque nunca hubo la necesidad de tener un héroe y un antihéroe. Recuerdo debates sobre jugadores que en su época fueron más aceptables pero en ningún caso ningún futbolista salió dañado de la comparación. Estoy convencido de que el propio Maradona, al final del día en su soledad, se siente orgulloso de que le comparen con Pelé y viceversa. Lo de Cristiano y Messi ya empieza a convertirse en un suplicio muy peligroso para el jugador Portugués. Sería muy triste que un jugador tan magnífico como él perdiese la mitad de su carrera enredado en un objetivo inalcanzable como este. La mayor prueba de que Cristiano se está quemando con el fuego es que da la sensación de que fuera del Bernabéu o Lisboa, siempre jugase contra Argentina o el Barcelona en la cancha de Boca o el Nou Cam. A Maradona en Brasil se le odia pero se le respeta, igual que a Pelé en Argentina, sin embargo, Cristiano ha perdido ese silencio en las gradas neutrales que esperan ver salir de sus botas una jugada majestuosa, un gol antológico o un lanzamiento imposible. Los grandes jugadores siempre fueron al mismo tiempo odiados y admirados, temidos y deseados pero nunca ridiculizados.

No parece que el aficionado respete el juego de CR7 como ha respetado el de otros grandes futbolistas de su talla. Y empiezo a intuir que todo ello guarda mucha más relación con las palabras y gestos del futbolista que con su propio juego. Lejos de alejarse de una comparación tan dañina, la última idea genial en su búsqueda de la gloria personal, a falta de mejores piernas utiliza su lengua para intentar escupir su propio lodo en la espalda del argentino. Desde luego ha elegido mal las palabras e incluso el momento, porque en estos tiempos Messi vuelve a anidar en el corazón de los argentinos y a repartir ilusión en su tierra natal con la misma facilidad que lo hace en Barcelona. 

O quizás la situación que sufre Cristiano Ronaldo con respecto a Messi se pueda resumir en una sola frase: <<En cuanto nace la virtud, nace contra ella la envidia, y antes perderá el cuerpo su sombra que la virtud su envidia>>… Leonardo Da Vinci.