José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


31 de mayo de 2012

Del Bosque desconfía del taka

Aquel largo tallo levantaba suntuoso una maravillosa flor rodeada de escombros y suciedad en medio de aquel paraje que antaño fue una perfecta naturaleza. El frescor de las primeras horas del día llenaba de vida sus blancos pétalos y el rocío de la mañana regaba su polen. Ya no había marcha atrás porque el sol de un caluroso mes de junio acechaba su belleza.
Resulta bastante difícil sacar alguna conclusión natural de este tipo de partidos amistosos que de vez en cuando la selección española se ve en la obligación de jugar. Si ir por ir es tontería, como diría el humorista José Mota, ya que España tiene la obligación de jugar, al menos debería aprovechar el tiempo. Esta situación me recuerda a esas arduas y tediosas conferencias que de vez en cuando impone la empresa a sus trabajadores. A conferencia tragada, tiempo perdido pero algo aprendido. A veces me planteo si con Vicente Del Bosque, los amistosos sirven para algo, no estos últimos, sino todos. Ayer, una vez conocida la lista definitiva para la Eurocopa y dado el gusto del seleccionador por incluir a jugadores suplentes en sus respectivos equipos, Del Bosque podía haber aprovechado un poco más el tiempo. En primer lugar porque no debería haber jugado ningún futbolista que no vaya a disputar el campeonato dada la necesidad de minutos por los que suspiran algunos, no solo por ser suplentes en sus clubes, sino porque en algunos casos cuentan con muy poca experiencia internacional y estos partidos sin presión son muy buenos para ir haciendo tripas.
Me parece una pena que jugadores como Torres, necesitado de minutos o Juanfran, necesitado de experiencia, o incluso Negredo, necesitado de ambas cosas, no tengan la oportunidad de disfrutar los partidos al completo. Porque estarán conmigo en que Torres no llega precisamente cansado a estas alturas de temporada. Pero lo que es realmente cruel, en realidad, visto detenidamente, es poner a jugadores como Adrián o Soldado, que aún no tienen el cuerpo frío tras la gran decepción que se han llevado, cuando encima les hacen jugar. Para mí, eso no es un premio, es un castigo, porque antes de echarte la foto, te dan dos tortas y encima te dicen que sonrías.
La planificación que hace del Bosque en la motivación del grupo no me parece buena porque quiere recompensar a todo el mundo por igual y considerar que el mero hecho de ir seleccionado ya es un premio, a mí me parece un gran error que vuelve conformista a los jugadores. El verdadero premio no debe consistir en ir, sino en jugar y no solo en jugar, sino en jugar para quedarse. Porque si juegas un partidazo como hizo Beñat ayer y el otro día, incluso doblegando claramente la aportación de Xabi Alonso y estás pensando al mismo tiempo que te tienes que ir para casa porque no tienes el carné del club social, pues ya me dirán a mí por dónde se puede pasar el premio de ir a la selección el jugador bético cuando vea la Eurocopa en una pantalla de 42 pulgadas. Yo, sinceramente pienso que este jugador tiene el desparpajo, la calidad, la cualidad y la mentalidad suficiente como para ir a la próxima cita europea. El sistema de juego le viene como un guante, es joven y por lo que se ve ni sabe lo que es ese absurdo período de adaptación ni entiende de galones. Cierto es que la posición de centrocampistas está muy completita, pero se supone que el juego de España es de centrocampismo, a no ser que hayamos cambiado lentamente a lo largo de los años. Porque si juegas con cinco  centrocampistas y a veces seis, al menos deberías llevarte diez y si juegas con un delantero centro o ninguno, como mucho has de llevarte dos. Cuestión de congruencias.
Al fin y al cabo, Del Bosque asumió ayer un riesgo muy medido, una raya en la pared por favor, pero en definitiva corres el riesgo de que Soldado vuelva a meter otros tres goles y Negredo falle cinco sobre el mismo tapete. Eso no le hubiese venido bien ni a Soldado que se largaría más cabreado, ni a Negredo que se sentiría más impostado, ni a del Bosque que sería más criticado.
El partido ante Corea fue tan caótico que es complicado sacar conclusiones para el futuro, sin embargo permite sacar conclusiones de forma individual. Y también empieza a desplazar sensaciones más míticas que reales. Si alguien vio ayer toque por algún lado, que llame al 061, porque como ha quedado demostrado, la selección va a ser un perro de mil leches como hace dos años la bautizara el señor Alfredo Relaño cuando las cosas se pusieron duras en el Mundial. Aquí solo hubo una posesión abrumadora que también habría conseguido Italia ante un conjunto tan malísimo como el coreano. Porque del Bosque confía más en los jugadores que en el sistema y porque prefiere la obsolescencia a la vanguardia. Se le ve el plumero en la lista y se le ven las plumas en la disposición táctica. Ayer España fue más Madrid que Barcelona estratégicamente que en definitiva es lo que ha mamado el Marqués durante toda su vida y naturalmente solo confía en lo que conoce. Demuestra sus dudas en el sistema porque el sistema requiere riesgos y este técnico solo juega a las cartas cuando se sustituye el dinero por garbanzos. Ya en el mundial de Sudáfrica usó jugadores culés para jugar como el Real Madrid.
Alguien debería empezar a decirle a los aficionados españoles que del tiki taka solo queda el tiki y que el Barcelona ya solo aporta la mayoría de futbolistas pero no el sistema. La adaptación inversa consiste en que la mayoría de jugadores, en este caso los culés, han de adaptarse al sistema minoritario, el madridista. Aquí solo hay que sustituir a Khedira por Busquets y a Marcelo por alba para tener al Real Madrid usando la táctica atacante de calidad arriba y que allá se las arreglen. No obstante, Sergio Ramos debería saber que en teoría, esto es España, y aquí se supone, solo se supone, que el central debe de sacar el balón jugado sin que Xabi Alonso tenga que perder su posición en el centro del campo como hace continuamente en el Madrid para apoyar en la salida. Arbeloa debe de atreverse a cruzar esa frontera sin pasaportes que se llama centro del campo no solo ante corea, sino también ante Italia. Alguién debería de decirle que centrar de vez en cuando no penaliza a tu equipo. Si el sistema de España va a ser el del Madrid, también debería saber del Bosque que Mourinho cuenta arriba con un crack de talla mundial como es Karín Benzema en vez de con Negredo que tiene la absurda tendencia de correr de un sitio para otro como pollo sin cabeza en un equipo que hasta hace poco premiaba más el talento que el esfuerzo.
Estas sensaciones en general no son flor de un día, sino que vienen de un período bastante largo de indecisión del seleccionador nacional empeñado en contentar a todo el mundo corriendo el peligro de que al final nadie quede contento. Esperemos que en los próximos días, las antiguas ausencias traigan nuevas sensaciones.
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2 comentarios:

  1. El Marqués se carga la selección con tanto amiguismo.

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  2. No se que pasa, no me deja participar en las encuestas esas de la derecha.

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