José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


25 de marzo de 2013

Una trampa de Del Bosque


Si me despojo de mi absoluta simpatía por el personaje, solo me queda decir que cada vez que veo jugar a la selección, aumenta mi convicción de forma progresiva de que Vicente Del Bosque hace estupideces de forma voluntaria. Ni me parece un mal entrenador, todo lo contrario, ni mucho menos me parece una mala persona, sino lo opuesto. Desde que el salmantino tomó las riendas de la selección nacional se ha acomodado en la silla del estancamiento. El equipo que vemos hoy es el mismo de hace cuatro años, ni ha evolucionado nada ni tampoco lo ha pretendido. En cuatro años ha sabido mantener sus virtudes pero no ha pretendido limar sus defectos. Del Bosque demuestra con sus actitudes que es un calculador equilibrado con el sano pero absurdo objetivo de mantener el status quo total en el equipo nacional. Se trata de otro técnico a la vieja usanza que dosifica sus tozudeces de forma controlada, haciendo encaje de bolillos para que no se puedan comparar sus cuentas con las de los que pensamos de forma diferente.

Del Bosque, apoyado en su excelente compostura, nos hace trampas de forma sibilina para que nunca se pongan en tela de juicio sus ideas más cuestionadas. La presencia de Alvarito Arbeloa para los fieles de la causa, o Alvarato Arbeloa para el resto de mortales es el máximo exponente de un entramado técnico tan injustificado como innecesario, tan infantil como evidente, tan absurdo como injusto. El partido que España jugó el pasado viernes ante Finlandia, resultado al margen, no fue más que una farsa mal medida para que el jugador madridista pudiese justificar su desmesurada titularidad en el equipo nacional.

Las mayores críticas que hasta la fecha ha recibido el futbolista se han basado en su absoluto inmovilismo, su falta de ideas en ataque, su carencia de atrevimiento para encarar a un rival, su incapacidad para proporcionar un espacio o un centro con un mínimo de decencia y su desorden táctico en un sistema de juego que no practica con regularidad y que desde la llegada del actual seleccionador no ha logrado comprender. Las limitaciones del actual “Zubizarreta” nacional llegan hasta el punto de que empieza a desesperar a sus propios compañeros de zaga y por supuesto a los de ataque por su nulidad absoluta. Vicente del Bosque pensó que un partido ante una ínfima selección finlandesa supondría un fantástico escenario de cartón piedra para que Arbeloa en posición de extremo derecho en la teoría, crease una ilusión óptica en los aficionados y un argumentario en los periodistas más afines. Con el lateral diestro   volcado por la banda, ante un equipo semiprofesional, Arbeloa parecería Dani Alves en sus mejores tiempos. Se podrían disipar esas críticas y domesticar los desaires de los más reacios. La jugada salió mal, pues el robótico futbolista, no solo hizo gala de su inocuidad en ataque, sino que además privó a la selección de otro compatriota más creativo ofensivamente. La banda derecha se convirtió en una lucha de un Álvaro Arbeloa español en ataque contra dos Álvaros Arbeloas finlandeses en defensa. Ni tan siquiera la degradación de David Silva que hubo de trasladarse a la línea de cal en no pocas ocasiones, adecentó la situación. Tan mal salió la jugada, que el empate finlandés llegó por su costado y fue en gran parte motivado por su cacao táctico y por perder su ubicación defensiva, quizás su mayor virtud.

El seleccionador se ha empeñado en creerse una mentira que él mismo ha creado y ha sobrevalorado la capacidad de esta magnífica generación de futbolistas. Ni siquiera una selección como esta, Campeona del Mundo y doble Campeona de Europa, puede mantener permanentemente un capricho tan innecesario y dañino como la titularidad de un futbolista tan limitado técnicamente.

El daño involuntario que el lateral madridista hace a la selección es directamente proporcional al daño voluntario que le está haciendo del Bosque manteniéndole una confianza desproporcionada e inútil. El problema de la banda derecha empieza a adquirir tintes bastante peligrosos cuando las virtudes de Iniesta, Xavi, Villa o Ramos no pueden compensar los defectos técnicos acariciados por la humanidad Del Bosque.


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7 comentarios:

  1. EsLo de Arbeloa clama al cielo, como lo del doble pivote. A mi me parece que VdB tiende a no enfadar a nadie, y asi es complicado hacer cosas. Pero no estoy del todo de acuerdo en el inicio del articulo(no ibamos a estar de acuerdo siempre, eso faltaba), aunque comparto bastante el fondo del asunto.

    Eso si, como de costumbre, bien escrito.

    http://unblogmuycule.blogspot.com.es/2013/03/el-complicado-voto-del-sr-pandev.html

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  2. No estoy de acuerdo en eso de que no ha evolucionado la seleccion ni lo ha pretendido, al menos parece que le das un tono despectivo al tema.
    A mi Del Bosque me parece un hombre sabio pero con ideas no demasiado modernas, conservador y que cree en determinada gente.
    Arbeloa me enferma pero no tenemos ningun Alves.
    Y me doleria mucho tener que ir a la repesca por el mal rollo que uno que yo se ha ido creando en el equipo.
    Yo apartaria a Arbeloa y a Xabi Alonso, para regocijo de los madridistas.

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  3. La selección solo evoluciona cuando lo hace el Barcelona o el Madrid. Hasta que el Barça no usó a Fábregas de falso nueve, no lohizo Del Bosque. Igual que Ramos en el Madrid como central. Del Bosque no ha evolucionado nada. Que pruebe a Navas de lateral y quizás saque a Alves.

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  4. Vale, este ultimo comentario te lo compro. Puede que un invento ante equipos malos podria ser inteligente. Lo que es cierto es que VDB es muy conservador.

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