José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


24 de octubre de 2012

Balón de Oro a berridos (parte 1)

Ahora, entre el mes de septiembre y octubre, es la época en que el ciervo berrea en los montes de España con la clara intención de mostrar a las ciervas sus dotes de apareamiento. Algunos humanos llevan tres años y medio berreando en los medios de comunicación españoles con la firme intención de que le den el balón de oro a un compatriota. Iniesta, Xavi, Casillas o Ramos son los nombres que salen de las bocas de aquellos ilusos empeñados en pensar que sus continuos y desgarradores berridos en España serán oídos por el corresponsal de “France Football” en Tonga, el capitán de Burundi o el seleccionador de las Islas Filipinas. Como el propio animal en celo, el humano por esta época también se pone nervioso, pues a partir del mes de octubre empieza a no haber camino de retorno en la votación que decide el mejor jugador de la temporada. Maravilloso sería que no fuesen escuchados, pues unos lamentos tan desgarradores provenientes del país que domina el fútbol mundial solo pueden ser interpretados en el resto del mundo con asombro o con sorna.
El ruido que desprende esta especie cuando acerca sus dedos al teclado o su voz al micrófono de forma sigilosa para pedir reconocimiento y marcar su territorio como el mejor, ya empieza a ser un tanto molesto. Llevan tres años clamando justicia y están a un solo paso de empezar a pedir condolencia. Basan su alegato en que a la selección campeona del mundo y doblemente de Europa no se le ha reconocido suficientemente su mérito porque no quieren premiar a uno de sus jugadores. Pues quizás no sepan que a la selección española, la FIFA le entregó un maravilloso trofeo dorado que le acredita como campeona del mundo. E igualmente, la Uefa no se ahorró ninguna de las dos copas de Europa ganadas por la selección y ambas fueron recogidas y sobradamente disfrutadas. De igual modo, según berrean por ahí, quieren el Balón de Oro para un jugador español, pues consideran que con el traumático premio se cierra el círculo en nuestro fútbol. Se sienten estafados por el resto del mundo, pues aunque el resto del mundo no se ahorra ni una sola portada de elogio a nuestros jugadores parece ser que se quiere ahorrar el metal. El devoto de orientar los votos no ve con malos ojos dichas portadas internacionales porque quizás las intuye pero las desconoce, no quiere oír lo que piensan los demás de nosotros, pero se ven con la suficiente capacidad de influencia como para pensar que los demás quieren escuchar lo que nosotros pensamos de nosotros mismos. Opiniones de futbolistas o seleccionadores y artículos extranjeros elogiando a nuestro quipo en la máxima medida, no, que hay que leerlos. El siervo español quiere el premio material que se puede tocar, quiere el bonito balón dorado para el jugador español, porque quizás pretendan que el futbolista reparta su premio individual entre una nación que tiene más de 40 millones de personas. Partidlo a taquitos y repártanlo casa por casa.
Piden el premio individual para un individuo español, pero lo hacen sin tener en cuenta que desde sus propias bocas ha salido la firme teoría de que el gran mérito de esta selección es el grupo y no las individualidades. Lo quieren todo para uno pero no uno para todos los demás. Cambian del método inductivo al deductivo según sopla el aire, y convierten el viento en ventisca pues lo que antes era meritorio por ser genérico, ahora es intranscendente por ser la meta un logro individual.
Es nuestro sello de identidad, siempre el ciego provincianismo que no patriotismo  español, frente a la  transparente vanguardia europea y mundial. "Vente a Alemania Pepe" y pide el balón de Oro como un "cateto a Babor".
Lo más curioso de todo es que aquellos que hacen el alegato basándose en el artículo treinta y tres del reglamento de las actitudes absurdas, se ciegan en revisar los criterios de voto que rigen el premio pero no se preocupan en conocer qué es el propio premio. Pues el galardón reconoce los méritos de una persona, engendrado por un solo padre y una sola madre, y no reconoce los méritos futbolísticos de una selección y mucho menos de una nación.
El ciervo no solo utiliza el ruidoso sonido gutural para seducir a las hembras de su especie, sino que en luchas rituales con otros machos, usa su cornamenta para preservar su territorio predilecto. Mientras tanto, no solo basta con pedir los trofeos, sino que además hay que exigir el voto de los propios compatriotas. Se acercan sigilosamente al micrófono advirtiendo que cada uno ha de votar lo que desee pues vivimos en una sociedad libre, sin embargo, bien haría Vicente Del Bosque Y Casillas en votar lo que procede. El argumento patriótico se quebrantaría en sus cimientos si seleccionador y capitán utilizasen su decisión para vanagloriar a un extranjero, pues si ni los propios representantes de la selección tienen a bien emitir un voto nacional, difícilmente podría exigírsele al seleccionador francés un voto sin amenaza de muerte de por medio en favor de Andrés Iniesta o del propio Iker Casillas.
El montaje de la teoría absurda que aboga a la fuerza por un ciudadano español, corre el riesgo de convertir la gala del Balón de Oro en España en una versión sin música de Eurovisión. Un si me votas te voto, o te voto porque me votaste, o incluso como me has votado este año, el año que viene te votaré. También podría alcanzar, si los berridos patrióticos se extendiesen a los demás países, cotas más cutres pues como este sistema lo permite, cada país se votaría a sí mismo y habría cada año un empate técnico entre más de 200 jugadores.
Si la berrea animal se ha convertido incluso en un atractivo turístico, la deportiva se ha convertido en una gran caja de ruido mediático. El estruendoso y rechinante sonido periodístico solo encuentra momentos intermitentes de paz, pues únicamente afina sus cuerdas vocales cuando ve jugar a Messi y retoma los sonidos guturales mientras no lo ve jugar. 
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8 comentarios:

  1. Artículo demoledor. Gracias Testigo o J Carlos o como te llames.

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  2. Gracias Curioso. Por cierto, la votación de la encuesta del blog, en la parte derecha, me da la razón. Messi y Cristiano se destacan en la lucha y siguen sumando.

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  3. Soy extranjero en este país y firmo el artículo de Pe a Pa.

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  4. Magistral el análisis José Carlos. Muy bien argumentado, acertado y contundente en la valoración.No cabe duda, escrito para inteligentes. La central lechera berrea y escupe rabia y envidia a diario. Nada nuevo. No sorprende. Es necesario justificarse ante quien los financia. El entramado lechero se mueve por intereses mercantiles y empresariales, NUNCA por intereses deportivos. Una verdadera VERGUENZA para la profesión de periodismo. Los voceros y recaderos lecheros, simplemente, cumplen con su miserable trabajo. Ensuciar, desvirtuar y desacreditar a Messi y todo lo relacionado con el FCB. Este es el único objetivo. La MAFIA mediática lechera pretende ganar fuera del césped lo que son incapaces de conseguir sobre el terreno de juego. Así de sencillo. Afortunadamente, me imagino que no podrán SOBORNAR la organización del Balón de Oro, como hacen con los comités y arbitrajes en España. La central lechera y el cobarde AGRESOR portugués se pasan el espíritu y la esencia del deporte por el forro. Así les va...Saludos José Carlos y demás lectores del blog.

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  5. Yo creo que realmente el artículo se centra más en el catetismo de algunos periodistas. Como decía del Bosque, somos nuevos ricos y lo queremos todo. Pobres hartos de pan. El Balón de Oro ha de ganralo el mejor del mundo y no ganarlo el mejor jugador de la mejor slección. Aunque bien mirado, el mejor jugador del mejor equipo es Messi. Por tanto, blanco y en botella.

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  6. Dormund 2 Madrid 1. Que tios más malos.

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  7.  Para mi gusto, el Balón de Oro es un premio venido a menos.  Empezó su declive en 2007, con la ampliación a periodistas no europeos como miembros del jurado, y cavó su propia tumba en 2010, cuando se convirtió en el FIFA Balón de Oro, donde votan capitanes y entrenadores de todos los países, además de los periodistas elegidos por la revista  France Football.
    Es a partir de este momento en el que el premio pierde toda su calidad y honestidad. Pierde su calidad pues ya no votan especialistas en fútbol, personas acostumbradas a ver horas y horas de fútbol, de todas las nacionalidades y categorías, acostumbrados a analizar y observar jugadores; no, ya no, ahora votan jugadores y entrenadores. No presupongo que éstos no vean fútbol, sino que lo afirmo; pues el propio Casillas, como jugador del Madrid, no de la selección, cuando es preguntado sobre si va a ver el partido del Barça del día siguiente contesta que no; que lo que le interesa es su partido. Pues miren, si no le interesa lo que haga el Barça, menos le va a interesar la liga italiana, alemana y ya no digamos la brasileña. Y si esto pasa en España, donde tenemos acceso a todo tipo de información, imaginense la cantidad de fútbol que podrán ver el capitań y entrenador de cualquier país perdido de la mano de dios.
    A lo que voy es a que si es un premio de prestigio, y quiere mantener su status, ha de ser entregado por especialistas en fútbol, no por futbolistas. De igual manera que en los mejores festivales de cine hay un premio del jurado y otro otorgado por el público, aquí debería ocurrir lo mismo; es decir, volver al antiguo sistema dualista de premios.
    Bien, ahora toca analizar lo de la honestidad, ¿por qué la pierde? Otra vez volvemos a Casillas. En serio, Casillas: Sergio Ramos, Cris y Xavi, ¿esa es tu lista? ¿Alguien cree realmente que si la elección fuese secreta eses serían sus elegidos? Claro que no; pero piensen en el cisma que se produciría en la central mamadora si Casillas no vota a Cris. Pues así pasará con muchos otros jugadores de otros tantos países.
    Así que dejemos de criticar a los que solicitan el voto español para el Balón de Oro y critiquemos el FIFA Balón de Oro en sí, que se ha convertido en un trofeo populista; pues no resulta difícil imaginar que si en el 2006 el galardón fue a parar a Cannavaro, siendo segundo Buffon; si se hubiesen seguido los mismos criterios y los miembros del jurado hubiesen sido los mismo, en el año 2010 el Balón de Oro hubiese sido de Xavi o de Iniesta.

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