Del Bosque se quitó la toga: El artículo 33

Con el puño completamente cerrado agarraba la red mientras con el reverso de la otra mano secaba el sudor que se agolpaba sobre sus cejas. Suavemente, con una rodilla inclinada en la arena, levantó la espada que previamente había depositado en el suelo. La arrastró un par de palmos al son de un ruido metálico: Ave César, los que van a morir te saludan.

Ya conocemos la lista de 23 jugadores que nos van a representar en la próxima Eurocopa. La polémica está servida porque no todo el mundo, tampoco soy yo una excepción, se siente representado por algunos jugadores. Desde siempre, Del Bosque, ha basado sus premios y castigos en la justicia y merecimiento de los futbolistas. Si estos son los criterios supremos que utiliza el seleccionador, hay algo que no cuadra.

Con Puyol y Villa excluidos del lote seleccionable por sendas lesiones, podemos estar hablando de una convocatoria semejante a la del mundial de Sudáfrica. A Villa le sustituye Negredo y a Puyol le suple Javi Martínez, que pasa a la defensa. El Lugar de Martínez en el centro del Campo lo ocupa Cazorla. Por tanto, podemos considerar que las únicas nuevas incorporaciones por cuestiones puramente técnicas son la de Alba por Capdevilla y la de Juanfran por el suplente Marchena una vez reconvertido Ramos a central ¿Curioso, no? Resulta bastante llamativo que de 23 futbolistas tan solo haya cuatro variaciones de las cuales dos son por motivos médicos y de las dos por cuestiones técnicas una responda a la de un jugador suplente. Parece pues, que este par de años desde que se levantase la copa del mundo solo han pasado para Marchena y Capdevilla. Si los dos jugadores culés no se hubiesen lesionado podríamos estar hablando de tan solo dos modificaciones desde hace un par de años. Salvo Marchena y Capdevilla que no han sido convocados por cuestiones geriátricas, podríamos intuir que hay futbolistas españoles que se conserven en formol, que nunca bajan su rendimiento, o que quizás estén en posesión de la pócima mágica que otorga la eterna juventud y mantiene la plenitud.

Todas las selecciones cuentan con quince o dieciséis jugadores que tienen la obligación y el objetivo de ganar el título para su país. El resto es puro relleno. Más allá de esos quince, que son los buenos de verdad, esos de los que nadie duda, esos que todo el mundo tiene claro, esos a los que le sienta la camiseta nacional mejor que a un modelo de Armani; pues todo lo que hay más allá de esos quince es campo abonado para el amiguismo, los sentimentalismos, el empecinamiento, las deudas sin pagar y la jodida diplomacia.

Para hablar de la selección siempre hay que tener en cuenta dos premisas fundamentales: El seleccionador sabe más del equipo que nosotros; y el seleccionador está más influenciado que nosotros por las relaciones personales con los futbolistas. Todo buen aficionado al combinado nacional, si se despoja de la camiseta de club y elimina simpatías y antipatías elaboraría una lista idéntica al resto con quince o dieciséis jugadores como común denominador. Los restantes, que como he dicho anteriormente son puro relleno, solo emanarían de los gustos más personales.

A mi me da la sensación de que varios de los seleccionados han sido escogidos más con el corazón que con la razón o incluso la intuición. Si tengo claro a quién llevaría para defender la camiseta de España, aún tengo más claro a quién no llevaría. Sería un gran ejercicio de responsabilidad por parte de del Bosque, sin que le sudasen las manos o le temblase la voz, enumerar las razones y motivos por los que ha llevado a Reina, Negredo, Torres y Albiol que han sido seleccionados por el artículo 33 del librillo tecnificado de Del Bosque. Jugadores cuyo mayor mérito en estos momentos es ocupar demarcaciones y roles que no molestan a nadie salvo a los que han quitado el billete de autobús hacia la gloria. Si en la hora suprema, la selección tuviese que tirar de estos jugadores, por lesiones o sanciones múltiples, estoy convencido que al bueno de Don Vicente se le quitarían las ganas para el resto de su carrera de seleccionar futbolistas por motivos extradeportivos. A nosotros se nos quitarían las ganas de que seleccionase más.

Estamos hablando de la selección campeona de absolutamente todo en estos momentos, de la selección más exigente del mundo y del que dicen es el mejor grupo de futbolistas de nuestra historia. Alguien debería explicarnos como tiene cabida en ese grupo un portero como Reina, cuyo equipo ha quedado a media tabla en la liga inglesa y que encima ha recibido cuarenta goles. Me parece imposible que en la liga española, repleta de buenísimos porteros, no tenga sitio ningún chaval más joven que ocupe la plaza de tercer portero para ir fabricando un relevo natural y seguro a Casillas y a Valdés dentro de unos años junto con De Gea. Quizás resultase menos complicado convertir a José Mota en buen portero que a Reina en buen humorista y mejor compañero.

Si la decisión de del Bosque está amparada en el merecimiento, desde luego, Negredo no tiene sitio ni en la absoluta ni tan siquiera en la olímpica. Álvaro Negredo ha protagonizado una temporada lamentable no solo en el Sevilla sino cada vez que ha hecho acto de presencia en la roja. No creo que molestado, pero me da la sensación de que la llamada del jugador madrileño, forjado en las categorías inferiores del Madrid y actualmente pupilo de Michel, gran amigo de del Bosque, habrá sorprendido incluso a los aficionados de Nervión que le pusieron en el centro de las críticas durante toda la temporada.

No me imagino ni una sola situación en la que Fernando Torres pueda aportar algo positivo en esta Eurocopa. Lejos del único año de toda su carrera, 2008, en el que tuvo un estado de forma muy bueno, “el niño”, mimado agregaría yo, por algún motivo más esotérico que deportivo, vuelve a ganarse en los medios de comunicación lo que no puede en el terreno de juego. Vendido con lacito incluido por el Liverpool, ridiculizado por la prensa inglesa, criticado por la hinchada blue, suplente con Vilas Boas, con Di Matteo y no convocado por el propio seleccionador, vuelve a pisotear la palabra justicia en la cara de Adrián. Se cambia talentoso asturiano por madrileño mediático.

Caso aparte es el de Albiol, que ni yo, ni del Bosque, ni tan siquiera él mismo, puede conocer su propio estado de forma. No jugó un solo minuto en el pasado mundial. Un jugador que ha sido suplente durante toda la temporada e incluso la anterior, que perdió el puesto con un veterano portugués como Carvalho que ni tan siquiera ha sido convocado con Portugal y que también perdió el sitio con un joven francés como Varane, que tampoco va con Francia, no puede tener sitio en el conjunto más inaccesible que existe en el mundo en estos momentos.

Pocos han de preocuparse por una convocatoria con jirones de corazonadas porque el propio Del Bosque sabe que ninguno de estos jugadores le ganarán la Eurocopa pero tampoco se la harán perder. Sería un acto de valentía por parte del seleccionador demostrar su convicción y respaldar sus propias decisiones más polémicas incluyendo en el equipo titular ante Italia por lo menos a uno de estos futbolistas más impostados por su corazón que por el merecimiento, la justicia o la razón.