A estas alturas, si Laporta fuese el presidente del Fútbol Club Barcelona
ya le hubiese tapado la boca a Eduardo Inda y se hubiese ido de fiesta con su
mujer, si la ocasión lo merece y si llevase razón. Sin embargo la gestión del
club catalán se encuentra en manos de Rosell, un hombre diferente con una
personalidad simple, un amante de la falsa compostura y un admirador en la
intimidad de la gestión madridista. En el tiempo que Sandro Rosell y su junta
llevan gobernando los designios del Barcelona han despojado al club de su
trofeo más importante conquistado recientemente: Seguir su propio camino. Han
convertido a la entidad exactamente en lo contrario de lo que se desarrolla en
el terreno de juego. Mientras deportivamente el equipo blaugrana muestra un
descaro manifiesto en su vocación ofensiva y desarrolla su ideario futbolístico
sin tapujos y de forma desenfadada, la parte burocrática culé aún no se ha
sacudido esos complejos de inferioridad que años atrás habían definido al club históricamente.
Rosell camina en sentido opuesto al que hasta hace un tiempo parecía caminar su
club. Al contrario que en el césped, donde ataca hasta el portero, más allá de
los vestuarios la consigna parece tener una única vocación, la defensiva y
timorata.
Me da la sensación de que Sandro Rosell hubiese sido un excelente sucesor
de Florentino Pérez en el Madrid, como un discípulo discreto que admira a su
rival desde la cercanía pero en silencio. Que idolatra su capacidad para
gastarse el dinero, que hace fichajes insultantes que él mismo desearía pero no
puede hacer ante el aplauso de todos en el conjunto blaugrana. Que está avocado
a hacer lo mismo pero está obligado a hacerlo en silencio, con nocturnidad y
alevosía porque en cam barça detestan ese modelo y todo lo que huela a burda
imitación de su idolatrado contrincante. Parecía que Rosell había batido en su
propio terreno de fichajes al modelo blanco capitalista, que lo había
adelantado por la derecha a base de inteligencia, pero no, cada vez da más la
sensación que el adelantamiento se produjo por la izquierda, como todos, a base
de pasta y escasez de sentimientos.
Quizás Rosell no entienda lo que está sucediendo a su alrededor, quizás se
pregunte por qué su Alter Ego es admirado en Madrid por hacer lo que hace y él
empieza a ser rechazado en Barcelona por hacer lo mismo. Quizás no encuentre
hueco para sí mismo en esa delicada filosofía que solo a veces logra alimentar
a algún club de fútbol y nunca a la empresa privada, como Messi se encargó de
recordar hace poco tiempo al consejero Xavier Faus. A Rosell parece darle vergüenza
confesar que se ha gastado en Neymar lo mismo que estaba dispuesto a gastarse
el Real Madrid.
Cuando Neymar fue presentado en Barcelona, se alabó bastante el
distanciamiento de Rosell con la imagen triunfalista de la operación. 57 millones
parecían un precio fantástico y la retirada de los focos por parte de Rosell pareció
caballerosa e inteligente por la recompensa de imagen que obtuvo por inercia.
Ya hace un tiempo que la idea de que el crack Brasileño costó ese dinero empieza a parecer
una utopía. Desde ayer el pensamiento más lógico es que el presidente culé no
habla demasiado para mentir lo menos posible. Las contradicciones son el paso
previo a decir la verdad y la cúpula directiva culé empieza a contradecirse
demasiado.
Cuando Jordi Cases presentó la querella contra Rosell por distracción de
capitales en el fichaje de Neymar, la primera idea de la junta directiva culé
fue denunciar a este socio por manejar información confidencial. Ayer el diario
madrileño “El Mundo” saca en primera plana los supuestos datos de la operación
y Eduardo Inda, periodista que firma la información, a estas horas aún no ha
recibido una querella, ni tan siquiera una crítica desde la cúpula directiva
del club catalán. Cuando la querella por distracción de capitales llegó a la
mesa del Juez Ruz, la primera reacción de Rosell fue pedir al juzgado que
desestimase el caso. Ayer el propio Rosell, sin aclararlo, pidió poco menos que
ser imputado. Cuando se supo que las cifras del contrato tenían muchas
posibilidades de ser filtradas a los medios de la caverna mediática, la
reacción de Rosell fue pedir, nuevamente, que se mantuviese la confidencialidad
a la entrega de la documentación requerida. Ayer, el propio Rosell, expuso públicamente la idea y casi necesidad
de aclararlo todo en el juzgado para poder romper la clausula de
confidencialidad que oscurece la operación.
Da la sensación de que el presidente y su junta han ido a remolque en
todo este proceso, cuyo denunciante no busca en realidad la cabeza presidencial,
sino la aclaración de la verdad. Desde ayer Rosell ha decidido adelantarse a
los acontecimientos por primera vez, pero tarde ya, ha pedido su propia
imputación buscando la inercia victoriosa que encontró cuando se alejó de los
focos tras el fichaje de Neymar, pero esta vez no parece que encuentre riqueza
en el camino sino la temida verdad. Porque solo pide la imputación aquel que ya
se sabe imputado.
No se si será culpable o no... pero de no serlo le falta contundencia y sangre a este hombre. Desde fuera no me parece un gran presidente.
ResponderEliminarP.D: Gran aporte XALAO
A mi Rosell no me gusta nada porque no defiende al club como debería, pero también me parece mal que sea un socio del Barça el que perjudique la imagen del club de esta forma. ¿Alguien ha visto alguna vez a un socio del Madrid denunciando alguna de las miles de trampas que lleva el Madrid haciendo a lo largo de su historia? ¿Por qué no nos aclaran también los fichajes de Cristiano, Kaká o Bale, por ej.?
ResponderEliminarSeguro que hay chanchullos en todos los contratos de jugadores pero estamos en lo de siempre. Ha de ser el Barça el que se explique y mientras los demás seguirán haciendo sus trampas, como toda la vida.
Recordad quien es el club más tramposo y mafioso de la historia del fútbol:
http://xurl.es/dzjlq
A mí me da la sensación de que en el artículo hay un enorme regodeo por poder dejar en mal lugar a Rosell, Y ni una palabra de todas las ilegalidades que se han cometido para que todo este asunto sea de dominio público.
ResponderEliminarIgnoro si Rosell sueña con ser como Florentino. Pero da la sensación de que el que escribe sí debe considerar que Florentino es realmente el "ser superior" del que se habla...
Atreverse a decir que Rosell había adelantado por la izquierda a Florentino con pasta como todos es como mínimo reirse del personal. O reconocer que Florentino es un mentiroso de tomo y lomo, al que realmente le han dado en todo el morro con el fichaje de Neymar. ¿O no fue él quien anunció públicamente que no se podía entrar en el fichaje de Neymar porque salía por 150 millones de euros? Es que parecemos bobos...