José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


12 de noviembre de 2012

Lo peor de todo es que es creíble

Los antecedentes avalan a los protagonistas que se dieron cita ayer en el estadio levantino. Tras un partido marcado por agua y sangre, lucha y fuerza; los futbolistas del Levante y el Real Madrid acabaron mal un encuentro que nunca debió disputarse por el estado del terreno. Las pérdidas de equilibro y el descontrol de la fuerza en los contactos cuerpo a cuerpo se incrementaron por la lluvia. No hicieron más que agravar una situación que ya de por sí era peligrosa si tenemos en cuenta los últimos encuentros que han disputado ambos conjuntos. El Real Madrid tiene un nuevo derbi en tierras alicantinas, forja un nuevo enemigo íntimo a más de trescientos kilómetros. Allí por donde pasa, la nueva ola de despropósitos con poco estilo, de entrar al choque con o sin motivos y de responder a la provocación o a la fuerza con la misma fuerza, está desencadenando con o sin razón una marejada de odio allí por donde deja su olor. Cada vestuario que pisan y cada escudo que pisotean algunos de sus futbolistas dejan un rastro inconfundible de golpes, amenazas, críticas y provocaciones. Los vestuarios locales en campo contrario empiezan a convertirse en zonas cero tras el paso del conjunto madridista. Lo que antes era aceptable de forma puntual y fortuita, un mal día para el conjunto blanco, se ha convertido de forma irremediable en su pan de cada día. Dos no se pelean si uno no quiere y al mismo tiempo dos se pelean si ambos quieren.