El Fútbol
Club Barcelona hacía cuatro años, o más, que no se bañaba. Ayer recibió un baño
que duró al menos treinta minutos. Porque desde que aterrizó Pep Guardiola en
el banquillo del Cam Nou allá por agosto de 2008, esta ha sido la primera vez
que se ha podido ver al Barça realmente fuera de combate y a punto de caer
muerto en la lona. Desde entonces el conjunto blaugrana ha perdido algún que
otro partido y ha podido jugar mejor o peor, estar más acertado o menos, pero
jamás hasta anoche, había sufrido tanto como para salir goleado en un auténtico
colapso que duró lo que dura una buena ducha, lo que dura en atenderte un
funcionario o lo que dura un desahogo en un prostíbulo. El arrebato madridista
duró unos treinta minutos