José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


17 de enero de 2013

Volvieron a ganar los alemanes



Sus enseres personales se reducen a cepillo de dientes, ropa oscura y un montón de ideas que clavar en mitad de los corazones bávaros. Ayer comenzó el día uno en el año cero del “guardiolismo”. Pep empieza a caminar solo, separando de forma irremediable su leyenda de la del Barcelona. Continúa su propia historia buscando la gloria impersonal sin maquillaje para un estilo de juego, una forma de vida que se puede facturar en una maleta camino de Alemania. Guardiola vuelve a dar una lección de vida para poder dar lecciones de fútbol eligiendo el libro de historia en lugar de la billetera, y escogiendo la camisa a cuadros en lugar de la camiseta de moda. Se aleja de la lucha que mantiene la libra contra el petrodólar, una divisa que todo lo puede pero que no pudo con Guardiola. Una guerra que se recrudece en los campos de Inglaterra en la que solo aguanta el Manchester United, en la que gana city y Chelsea, y en la que el Liverpool empieza a morir en una playa de Normandía. Sustituye la opinión mediática por la información, el lío por el orden, la lluvia por el frío, la niebla por la nieve. Guardiola no se ha casado con la más guapa pero ha escogido a la más buena. El sueño inglés se ahoga en una fría noche de diciembre en medio del canal de la Mancha. El fútbol lo inventaron los ingleses pero una vez más volvieron a ganar los alemanes.