El Real
Madrid empieza a resquebrajarse por los cuatro costados cuando solo se han
disputado cuatro jornadas de liga. En esta misma competición, hace unos años no
tendría tanta importancia un arranque similar puesto que el rival de antaño
podría permitir mayores distracciones. El binomio tan exagerado de los equipos
más grandes de nuestro país no permite muchos errores porque son plantillas
confeccionadas para no perder más de tres o cuatro partidos en una misma
temporada. Más allá de equivocarse cuatro veces, se extiende el abismo. En una
liga más competitiva, con más igualdad genérica y con mayores escollos por el camino podría
remontarse el vuelo con una mayor facilidad, ahora mismo, quién se lo iba a decir a Florentino, el Real Madrid
empieza a sufrir las consecuencias de una liga bipolar en todos los sentidos
porque claramente no depende de sí mismo sino del resto de rivales que hayan de
afrontar sus encuentros frente al Barcelona.