El tiempo se
detiene en la jornada siete porque todo sigue igual. Ni el próximo balón de oro
se decidió ayer ni tampoco la liga. Parece impensable que un partido tan bueno
a fin de cuentas no haya servido para nada. La única novedad es la auto invitación
a los ocho puntos de diferencia por parte del Atlético de Madrid que habrá de
medir por el mes de diciembre su verdadera envergadura cuando afronte sus
duelos directos con Madrid y Barça.