José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


1 de febrero de 2013

El fútbol incivilizado

Yo prefiero quedarme con lo que sucedió el miércoles sobre el terreno de juego, lo que mis ojos vieron y lo que mis oídos escucharon. Mis ojos vieron un partido de fútbol descontrolado donde estratégicamente el Real Madrid salió beneficiado, pues durante la mayor parte del tiempo se jugó más a lo que quiso Mourinho que a lo que le hubiese gustado a Roura o Vilanova. Un encuentro vibrante y emocionante, la mayor parte del tiempo convertido en el correcalles de un barrio bajo. El conjunto blanco se sintió a gusto jugando a eso mientras el culé se vio abocado a un intercambio de duros golpes con una alineación inadecuada para tanto caos. El Barcelona no supo sacar provecho a las bajas defensivas del equipo merengue y el Madrid no supo sacar provecho a la incomprensible auto-tortura culé de anteponer Alexis a Villa entre otras cosas. Roura tuvo dos opciones ante tanto arbitrio: O poner fin al descontrol quitando mucho antes a Pedro optando por Thiago y retrasando a Cesc para cambiar la fisionomía del encuentro; O responder a los golpes del correcalles quitando a jugadores lentos y metiendo a jugadores veloces, es decir, quitando a Iniesta y Cesc, e introduciendo a Alexis y Villa mediada la segunda parte. Al final no se decidió ni por lo uno ni por lo otro, dando como resultado contraataques con Cesc Fábregas a 40 metros de la portería, Iniesta  y Xavi sin el control del partido, y Busquets abandonado a su suerte mientras socorría las bandas ante jugadores mucho más veloces.