Evitar un análisis profundo de las ideas tácticas empleadas por Gerardo
Martino a lo largo de la presente temporada sería un ejercicio de humanidad. El
carácter afable y respetuoso del actual técnico culé bien merece ser respondido
con un lenguaje neutro pero honesto al mismo tiempo. El mayor respeto que se
puede alcanzar con una persona respetuosa es teniendo con ella un acto de
honestidad. En la rueda de prensa tras la debacle blaugrana ante el Atlético de
Madrid, decía Martino que la intención de situar a Messi en la banda derecha
obedecía al objetivo de hacerlo un jugador “poco participativo”. Según ha
trascendido a los muros del vestuario catalán, en la charla técnica previa al
encuentro fue un poco menos lacónico. Reflexionó acerca de esta decisión y se
vio obligado a explicar ante las caras atónitas de sus futbolistas porqué había
decidido ahorrar el quebradero de cabeza que restaba sueño a Diego Pablo
Simeone.