El problema de sembrar una mentira es que luego te obliga a regarla con
diez mentiras más para respaldarla. Bartomeu se vio obligado a hablar ante los
medios pero a día de hoy aún no se ha decidido a explicar la verdad, quizás porque
no puede. Tampoco tiene espacio para más mentiras o para más silencios. Aquella
rueda de prensa recordó al cuidador echando un trozo de carne entre los
cocodrilos. Soltaron el contrato, encogieron la mano y a día de hoy aún hay
periodistas intentando encajar el puzle matemático. El resultado lo tenemos a
diario: interpretación interesada del desglose. Según quién, disecciona el
contrato como le interesa. Y en las redacciones sigue el baile de cifras porque
el Barcelona aún no se ha decidido a parar una música tan grotesca para la
entidad y tan dañina para la imagen del jugador.
31 de enero de 2014
23 de enero de 2014
Aquel polo verde Pistacho
De aquel Barcelona que construyó Guardiola para asombrar al mundo unos
años atrás solo queda el recuerdo y Leo Messi. La primera parte que ofreció
ayer el conjunto catalán en el estadio del Levante podría catalogarse como el
fútbol con peores intenciones que ha desarrollado el Barcelona en el último
lustro. Martino, en un hecho que ya cuenta con algunos precedentes, en súbita
decisión, decidió ordenar al equipo tácticamente para flanquear la muralla
levantina por las bandas. Como si el conjunto valenciano tuviese una defensa
compuesta por enanos y el Barcelona poseyese un delantero centro gigantesco. La
cuestión es que el medio campo blaugrana lleva el balón a donde quiere, Martino
mediante, y en el primer tiempo lo llevó a los extremos, a Tello, a Pedro, a
Adriano o Alves. Jugadores que consumen demasiado espacio para la ocasión. Ahí
se acababa la fiesta porque a cada centro culé, la zaga levantina respondía con
una sonrisa. Centros aéreos sin convicción y con ausencia de tentativas de remate fueron el
resultado.
21 de enero de 2014
Se sabe imputado
A estas alturas, si Laporta fuese el presidente del Fútbol Club Barcelona
ya le hubiese tapado la boca a Eduardo Inda y se hubiese ido de fiesta con su
mujer, si la ocasión lo merece y si llevase razón. Sin embargo la gestión del
club catalán se encuentra en manos de Rosell, un hombre diferente con una
personalidad simple, un amante de la falsa compostura y un admirador en la
intimidad de la gestión madridista. En el tiempo que Sandro Rosell y su junta
llevan gobernando los designios del Barcelona han despojado al club de su
trofeo más importante conquistado recientemente: Seguir su propio camino. Han
convertido a la entidad exactamente en lo contrario de lo que se desarrolla en
el terreno de juego. Mientras deportivamente el equipo blaugrana muestra un
descaro manifiesto en su vocación ofensiva y desarrolla su ideario futbolístico
sin tapujos y de forma desenfadada, la parte burocrática culé aún no se ha
sacudido esos complejos de inferioridad que años atrás habían definido al club históricamente.
Rosell camina en sentido opuesto al que hasta hace un tiempo parecía caminar su
club. Al contrario que en el césped, donde ataca hasta el portero, más allá de
los vestuarios la consigna parece tener una única vocación, la defensiva y
timorata.
14 de enero de 2014
Balón de Oro sin balón de cuero
Cristiano Ronaldo acaba de ganar el Balón de Oro y mientras mis
pensamientos se descuelgan por mis dedos ya estoy en plena y pura disposición
de decir que Messi es el mejor futbolista de la historia y evidentemente del
mundo. Seguramente, o quizás no, aún
queden pequeñas astillas de metal en los bordes dorados del tallado donde luce
el nombre de Cristiano bajo el trofeo y sin embargo eso no me sugiere ningún
tipo de duda sobre mi afirmación. Existen varios motivos para que el trofeo que
destaca al mejor del año no acabe en las manos de éste.
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