Un escalofrío recorrió los cimientos del fútbol europeo cuando la bola
del Fútbol Club Barcelona quedó emparejada con la del Manchester City en el
sorteo para los octavos de final de la Europa Champions League. El motivo parecía
estar justificado, los ingleses reventaron el pasado mes de Diciembre el
Allianz Arena batiendo al equipo que más terror ha distribuido el último año en
el continente, el Bayern de Pep Guardiola.
Ayer Manuel Pellegrini se encargó de apagar toda la grandeza que podría
haber generado el enfrentamiento cumbre de esta eliminatoria y lo hizo por dos
motivos. En primer lugar porque en todo momento ha sido consciente de que
aquella hazaña en campo alemán, la que elevó a su equipo al infinito, se produjo
con una supremacía pasajera, reducida a 30 minutos del partido, remontó con
épica pero también con suerte ante un Bayern que a los 15 minutos ya ganaba por
dos tantos y que el resto del tiempo trotó demasiado confiado. Además de que el
entrenador del City no se ha dejado llevar por la euforia estirada por algunos
hasta ayer desde hace dos meses, el Barcelona volvió a demostrar que tácticamente
le tiene absolutamente bloqueado y atemorizado, quizás por un exceso de admiración
que se engendró durante su etapa española, donde la superioridad culé le golpeó
en varias ocasiones. Es el segundo motivo, Pellegrini rehusó plantear el partido
mirando a la cara culé y privó a sus propios jugadores del balón al más puro
estilo “Mourinho sin patadas”. Enfocó el encuentro con un exceso de
precauciones que bien puede interpretarse como una carencia de valentía. Mandó
su filosofía al retrete y sus palabras previas al encuentro al garete, haciendo
jugar a un equipo diseñado para incordiar en campo contrario en un equipo insuficiente
en el centro del campo y sobrepasado en defensa.
Lógicamente, cualquier conjunto que se enfrente al Barcelona está
obligado a tomar una serie de precauciones, pero lo que no puede hacer es
tomarlas absolutamente todas, y más teniendo en cuenta el potencial
futbolístico que maneja el técnico chileno. Una reputación construida durante
años ayer quedó reducida a cenizas, porque ayer era un día grande, ayer era el
día en que Manuel Pellegrini debía demostrar al fútbol europeo que llevaba
hasta las últimas consecuencias todo aquello que previamente había pregonado y que
se le presuponía demostrado. Ayer tenía una oportunidad magnífica de gritar en
silencio a Mourinho quien tiene la razón fuera del campo pero también dentro de
él. La prudencia estaba más que justificada, el miedo no.
Ayer Mourinho, perdón, Pellegrini fue un Mourinho con educación desde que
llegó al estadio hasta que se marchó a su casa. Nos privó de lo que debió ser
un auténtico espectáculo futbolístico en teoría preparado para que los
jugadores midiesen sus fuerzas sin mediaciones externas y en el que solo dios repartiría
la suerte en el marcador. No tenía nada que perder porque perder ante el
Barcelona entra dentro del orden natural de las cosas, sin embargo no solo
perdió el conjunto inglés sino que además su técnico perdió parte de los
argumentos que le enfrentan a Mourinho y perdió parte de su credibilidad. El planteamiento
del City se resume con un solo detalle, Navas defendió más que Dani Alves.
Ayer Pellegrini fue objeto de la misma incontinencia verbal de la que ha
sido objeto en los últimos días. Buscó en el acto arbitral los motivos de su
debacle técnica, una justificación nauseabunda cuando te has enfrentado a tu
rival muerto de miedo y repleto de complejos estratégicos. Mourinho lo puso de
moda en España y sus enemigos se contagian en Inglaterra. Tener la cara de
cemento armado para después de un enfoque técnico pésimo quejarte del árbitro
cuando al final del partido has sido beneficiado descaradamente.
La realidad de la jugada vital a la que alude Pellegrini es que Navas no
lima su capacidad para desmayarse por mucho tiempo que pase ni por mucha tierra
que se ponga de por medio. Otro detalle es que Demichelis, apuesta personal de
su técnico, no está para estos trotes porque trota más que corre e hizo un penalti
clamoroso por una patada fuera del área a la que acompaña con otra dentro del
mismo. Roja y Penalti sin mucha
discusión. Se olvidó el chileno de recordar un penalti claro de Clichy por manos en su
área y una jugada anulada injustamente a los culés que acabó en gol. Es como si
metes un gol y te quedas tan contento, olvidando que el rival te metió cinco. Criticó
al árbitro sueco, primero por su parcialidad y luego por su nacionalidad, como
si alguien no pudiera responderle a él con los mismos argumentos. Qué hace un
chileno entrenando en la premier, diría ayer Mourinho.
Buen artículo y aunque extrañó la táctica del doble lateral izquierdo re convirtiendo a KOLAROV en un falso EXTREMO zurdo para pillar la espalda de ALVES y tapar las posibles subidas de MESSI sólo funcionó parcialmente parte del primer tiempo.
ResponderEliminarPor otra lado PELLEGRINI sí supo reaccionar al baile del BARÇA de los primeros 15 minutos de partido adelantando la lineas de presión, pero no supo reaccionar para re colocar a su equipo tras la expulsión de DEMICHELIS, a partir de la cual todas sus ocasiones fueron arreones con más corazón que cabeza y detalles individuales de sus estrellas.
Aun así sigo prefiriendo a los técnicos perfil PELLEGRINI que a los perfil MOU, y creo que con 3 o 4 años de proyecto y libertad para diseñar la plantilla PELLEGRINI hubiera triunfado en el REAL MADRID discutiendo la hegemonía del BARÇA en juego y títulos (Gimme_A_Fix también lo cree).
P.D: Buena crónica, gran aporte Xalao... me encantan tus aportes.
P.D.2: POLE!!!
Pues yo creo que pelegrini salio a esconderse durante todo el partido
ResponderEliminarPellegrini era un futuro candidato al banquillo culé, pero después de esta metedura de pata ha perdido todas sus opciones.
ResponderEliminarEl Barça fue perjudicado en ese partido, como en muchos otros que la Central vende robos ficticios.
¿Habeis visto la explicación del fichaje de Neymar por este experto economista? Para él no hay ningún tipo de delito y hay una persecución al Barça y a Cataluña:
http://xurl.es/9ik46