Las miradas
recorrían su cuerpo desde los zapatos a la gargantilla de diamantes que
abrazaba su cuello. Sus pasos majestuosos dejaban un haz de luz precioso que se
desprendía de su vestido azul. Unos pequeños ribetes adornaban su torso
mientras sostenía un excéntrico bolso a la altura de su abdomen. Durante todo
ese tiempo no movió un solo brazo porque ese maravilloso bolso no encajaba en
su delicado estilo pero tapaba un agujero en el centro del vestido.
España pasará
a cuartos de final de esta Eurocopa porque empatará a dos ante Croacia.
Olvídense del lio numérico que nos ha endosado Paco González durante la
retransmisión del partido de ayer porque cualquier resultado que no sea empatar
a dos ante Croacia será una auténtica debacle en las casas de apuestas. Para
que España disfrute de sus merecidos cuartos de final como primera de grupo,
además, ha vapuleado a la selección de Eire por un rotundo 4-0 que a mi juicio
sigue dejando luces, el resultado, y las mismas sombras que contra Italia.
Es
completamente cierto que España ha jugado mucho mejor contra Irlanda y su
inigualable afición que contra Italia, como no es menos cierto que la selección
verde está compuesta por una serie de jugadores limitadísimos que la han
convertido no en la cenicienta del grupo, sino en la cenicienta del campeonato
destacando como primer conjunto eliminado. Se pueden sacar todas las
conclusiones positivas que se quieran e incluso otras que no se quieran se caerán
de los bolsillos por su propio peso. Sería un grave error no tener en cuenta la
calidad y la condición del rival para analizar la actuación de España en su
encuentro de ayer.
España dominó
el partido de principio a fin porque Irlanda le regaló esa cosa esférica con el
símbolo de Addidas. El conjunto de Trapattoni no sabe utilizar el balón porque
mezcla tácticas de rugby, premiando los patadones más fuertes, con la táctica
agro-futbolistisca de rematar melones con la cabeza desde cualquier posición.
Sopesando estas circunstancias en su justa medida, podemos advertir que la
selección podría continuar teniendo los mismos problemas que hace una semana,
hace un año o hace dos.
Del Bosque es
el entrenador más inmovilista que existe en la actualidad, sin embargo intenta
seducirnos con trampas seleccionadas para dar apariencia de cambio. Italia sí
es una de esas selecciones que reparte prestigio y que decide quién gana, quien
sirve y que juzga el verdadero estado de las selecciones más potentes cuando te
mira a la cara. Italia puso a prueba nuestra circulación de balón y salió
error. Italia puso a prueba nuestra capacidad de gol y salió error. La solución
del mundo Del Bosque para afrontar el partido de ayer es mantener el doble pivote
ante un equipo minúsculo e incluir al jugador con peor porcentaje de goles en
Europa y que en el partido anterior falló tres ocasiones de gol. La trampa es
perfecta porque se sabía de antemano que íbamos a disponer de una buena
circulación en el juego y que hasta Iker Casillas podría convertirse en máximo
goleador. Con dos goles ante Irlanda ya tenemos crédito torrista para diez años más con el dedo en el oido. El partido deja a Fábregas cabreado con otro gol porque sabe que la cabeza de Del Bosque es más fácil saltarla que rodearla..
La gran
mentira continúa con la adelantada posición de Arbeloa que de la noche a la
mañana y por arte de magia se ha convertido en un lateral ofensivo que vive el
partido en el área rival. Trapattoni tiene un equipo limitado, muchas canas y
ni un pelo de tonto. El seleccionador de Eire puso de manifiesto el problema
que nuestra selección padece en la banda derecha por el mero hecho de cederla
al antojo de Arbeloa y a su libre disposición, y lo hizo a sabiendas de la
inocuidad ofensiva del madridista. El lateral salmantino dispuso del regalo irlandés
pero sigue sin disponer de las cualidades necesaria para explotar un terreno tan
virgen a sus piernas como necesario para el juego español. Situar el lateral en
el extremo sin que centre, sin que drible, sin que desarrolle peligro para
atraer jugadores y habilitar espacios en la diagonal del área es como el que
tiene un tío en Alcalá o un paisano como seleccionador. Si Eire no teme la
posición de Arbeloa en el extremo, es difícil creerse que Francia o Alemania la
vaya a temer. Cualquier rival con un video y una antena parabólica sabrá a
estas alturas que un balón en el pie del bueno de Arbeloa es un balón sin
peligro porque es un balón retrasado hacia atrás. Ya que nos vamos a tragar
este sapo entre otros, sería conveniente que su entrenador le corrigiese ese
extraño movimiento que hace de soltar el balón al extremo e irse a la posición
de delantero centro como un autómata.
La selección
española entra en una gran contradicción, y lo hace porque no efectúa ni un
solo cambio real en su disposición tras haber perdido ante Italia un amplio
porcentaje de peligro y posesión. Si falla en el centro del campo, cambia un
delantero y si le falla el delantero no lo cambia. Este seleccionador no es
diferente a otros, no es ni mejor ni por supuesto peor. Me da la sensación que
dentro de ese círculo vicioso fuerza las alineaciones según las circunstancias
y el rival más idóneo para ponerse en bandeja su propia alineación ante los
medios de comunicación. Del Bosque siempre juega con dos comodines porque nunca
se aleja de los errores pase lo que pase para que nadie ajusticie su alineación
y ponga en evidencia su error. Jamás sabremos si España funciona mejor sin
doble pivote, con más talento delante o con un lateral derecho que rete a los
rivales y tenga la meta contraria por obsesión. Del Bosque no cometerá el error
de moverse un poco no vaya a ser que funcione mejor el engranaje tras algunos
cambios y se vea obligado a desentenderse de su única aportación. Si quita a
Torres pone a Fábregas y ya tenemos lo mismo de la vez anterior y si quita a
Alonso mete a Martínez no vaya a ser que metamos algún gol con un centro del
campo diferente a su exclusiva disposición. Del Bosque de esta forma se libra
de las dudas porque no hay otro sistema con el que podamos comparar y si acaso
optar.
No tiene ninguna
explicación más allá de la protección del aporte táctico de turno (Arbeloa,
doble pivote y Torres) que del Bosque no aproveche ni un solo amistoso, ni un
solo minuto de la basura y ni un solo tramo del partido ante Irlanda para
buscar una mejoría táctica que permita brillar más a la selección. Por el
contrario parece haber entrado en un
bucle muy peligroso que ya en anteriores campeonatos nos ha costado muy caro según
avanzaba la competición. Desde el mundial de Italia 90, pasando por del EEUU
94, o el de Corea 2002 e incluso la Eurocopa de 2000, hemos pasado del cielo
clasificatorio en la fase de grupos a la inmediata eliminación. Volvemos a
cometer los errores del pasado porque seguimos instalados en la acera contraria
de la mejora continua. Del Bosque al igual que la mayoría de sus antecesores no
quiere más, sino que se conforma con que el equipo funcione como él quiere y no
como debe. Lo que pueden tener todos claro es que después de las decepciones
que me he llevado, no seré yo el último que se dé cuenta en cuartos de final de
que los reyes eran los padres o de que hemos perdido por la simple ausencia de Villa y
Puyol.
Torres es el Julio Salinas de esta época. No lo vamos a tragar por cojones.
ResponderEliminarMuy guay lo de la música esa.
ResponderEliminarFantástico blog y coincido con el artículo.
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Empezaré a leerte más a menudo jeje
ResponderEliminarTú eres tonto.
ResponderEliminarMi mamá dice que tonto es el que dice tonterías.
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