Estaba
situado en una pared, a pocos metros de una mesa llena de papeles. Marcaba las
tres menos cinco. Mientras el interlocutor bajaba la frente para buscar un documento
en una carpetilla azul con su nombre inscrito para caso de pérdida, el
oficinista elevaba su cabeza buscando las tres en punto en aquel reloj que
paseaba sus agujas en un baile que parecía eterno.
El fútbol es
el arte más desarrollado del siglo veinte porque en cada uno de nosotros hay un
marchante y un experto. Artistas del balón basan sus obras instantáneas en la
creatividad y el ingenio porque no se puede diseñar una obra de arte sin
haberla soñado previamente. Jamás una declaración de la renta tendrá un hueco
honorífico en el museo del Louvre. Arbeloa no es un pintor de brocha fina
porque se levanta a las siete para estar a las ocho en la oficina del fútbol.
Desde su mesa verá pasar las horas, las caras y el tiempo con nerviosismo hasta
que toque las tres y se cierre la oficina. Los genios talentosos del deporte no
tienen horarios porque trabajan por las noches, mientras duermen dibujan sus
jugadas que al día siguiente convertirán en obras de arte para exponerlas en la
galería del fútbol mundial. Arbeloa no tiene ese talento, Arbeloa es un
funcionario del fútbol.
Completamente
cierto es que hay funcionarios con talento y que huyen de esa etiqueta de gente
arraigada a su puesto y de las agujas del reloj. Sota, caballo y Rey en la
oficina; Papel, sello y mala cara. El estigma que lucen algunos empleados
públicos y que endosan la reputación a otros se basa en limitación de funciones
y en el acuartelamiento del talento. Si en una oficina pública buscas talento,
vuelva usted mañana, que diría Larra, si en Arbeloa buscas ingenio, “vuelva
usted mañana” te diría él. El funcionario, el mal funcionario porque no todos
son así, solo manejan la indiferencia ante el problema, la negación por falta
de competencia y la desesperación ante situaciones novedosos. Talento, riesgo e
ingenio se riñen con Arbeloa como un funcionario se pelea con los usuarios de
una oficina de impuestos.
Vaya usted a
saber aunque lo sepa, contesta el oficinista con sus ojos puesto en el reloj
ante una pregunta fuera de sus competencias. Vaya usted a atacar le dice
Arbeloa a Silba porque correr hacia adelante no es asunto de su incumbencia.
Mientras el
resto pinta cuadros, Arbeloa los enmarca en un lugar que respira improvisación
y magia. El lateral es el economista del museo del Prado, es el contable en un
café compartido por artistas del Madrid de los años treinta. Desubicado en la
galería del Arte, Arbeloa clama a la muchedumbre al grito de <<¡Espartanos, cuál es nuestro oficio!
Au, au, au">>,
sin darse cuenta que él mismo es más funcionario que espartano.
A ojos del
Estado, el mejor funcionario es aquel que menos se sale de sus funciones. A ojos
del contribuyente es el que más ayuda. Y a pesar de que Arbeloa no ayuda en
ataque, la Uefa, que es el Estado de esta Eurocopa, considera al lateral
diestro de nuestra selección el segundo mejor jugador de la tercera jornada,
tras Cristiano Ronaldo. A estas alturas ya no entiendo absolutamente nada
porque no sé si lo que pretende Platiní es reírse de nosotros o auspiciarle
públicamente para que le mantengamos de titular y Karín Benzemá nos pueda hacer
un siete con mayor facilidad. Aunque lo curioso del asunto es que Mientras la
propia Uefa le da el MVP a Iniesta como mejor jugador del partido ante Croacia,
al mismo tiempo sitúa a Arbeloa por encima del manchego en la misma jornada. De
lo locos es pensar que Arbeloa ha sido el segundo mejor jugador de la tercera
jornada, como de cuerdos es interpretar que Castrol, la empresa de aceites de
motor que ha hecho esa clasificación para la Uefa, haya puesto un señuelo tan absurdo como publicitario para promocionar su
nombre a costa de una valoración tan ridícula. No debe andar muy lejos la
verdad porque el deportista estrella de Castrol es CR7 y sin embargo aparece
detrás de Messi, en cuarto lugar, en la clasificación general de la temporada. En
Castrol saben de aceites, no se engañen que también saben de fútbol, pero en
esta ocasión han sabido más de publicidad.
La verdad es
que no me imagino a Frank Ribery atenazado en su habitación pensando que el
próximo sábado tiene que doblegar por su banda al segundo mejor jugador de la
Eurocopa. Más bien me lo imagino pensando que va a ser un placer poder arrancar
todos sus ataques desde campo contrario porque Arbeloa no le va a exigir nada
por su banda. Ribery correrá más rápido porque correrá la mitad al no tener a
nadie que defender por su banda. Como antiguamente en los años sesentas, Del
Bosque confía en los niños con los niños y las niñas con las niñas; Los
defensas a defender y los atacantes a atacar.
A pesar de
las limitaciones técnicas, los movimientos robóticos y las actitudes
funcionariales de Arbeloa, pienso que ya es bastante tarde para Juanfran. Me
parecería una tentación demasiada arriesgada hacer debutar a estas alturas y
con esta presión a un futbolista que
llegó ante ayer a la selección y que aún no ha debutado en la Eurocopa. Su
tiempo pasó aunque no sería descabellado, pensar en Ramos de lateral y Martínez
de central. Pero qué cosas digo, si el seleccionador es Del Bosque y esas herejías
solo las cometen las personas que tienen algo que ganar y nada que perder.
Además, no puedo ni imaginarme el dolor que supondría para Del Bosque, tener
que quitar a su paisano del equipo titular después de haberse llevado Salamanca 30
años sin aportar un jugador a la selección. Cómo se me ocurre pensar que del
Bosque pueda quitar a Arbeloa, un jugador sin nivel pero que siempre es puntual, que atiende con buena
cara, que gasta poco papel, que tira de la cisterna y que no se va a su casa
hasta que el reloj toca las tres.
Po sí.
ResponderEliminarYo lo veo, más que como funcionario, como C-3PO
ResponderEliminarRyberí se estará frotando las manos.
ResponderEliminarMuy cierto. Arbeloa las pasará canutas con Ribery. No sube ni aunque le obliguen.
ResponderEliminarTestigo, esas faltas de ortografía.....;-)
Así me gusta, con los jugadores españoles, por cierto, ya que hablas de Ribery y Arbeloa muestra alguna ocasión creada por Cara Cortada ante el funcionario en la semifinal de champions.
ResponderEliminarAhn, no, que Ribery no hizo nada en esos partidos, que solo hablas por hablar sin argumento alguno, animo, por cosas como esta os odia toda españa a los catalanes.
Cuando me pongo a escribir un artículo no lo hago con unos ponpones y una trompeta. Intento analizar la realidad.
ResponderEliminarRibery lo único que hizo fue cargarse al adrid en Champions.
Pues vino Ribery, y, aun costándole, arbeloa consiguio que no hiciera nada del otro jueves...
ResponderEliminarNo es un dechado de virtudes, es más, cuando sube mejor que se quede en su área...pero es un jugador que, casi siempre, cumple defensivamente...
Considero muy arriesgada la apuesta de poner a un extremo (Juanfran) como lateral, y a mi Javi Martínez, aun habiendo jugado mucho este año ahí, me parece que es centrocampista si o si...juntando eso a que Ramos ha demostrado que mucho mejor de central (de los mejores), que subiendo en el lateral con mucha fuerza, mucho impetu, pero a fin de cuentas...lanzando melones en vez de centros...yo, lo veo claro
La gran prueba de fuego la tendrá contra Portugal, si consigue que, ni Nani ni Cristiano le hagan un siete, habrá cumplido en esta eurocopa...
Me parece insultante lo que escribes con fina Ironia, buena letra y mala leche. Gastar pluma insultando a un jugador (insultando, si insultando, la ironia ya se sabe) como Arbeloa me parece mezquino y facilon.
ResponderEliminarSanti de Madrid.
Ser funcionario no es ningún insulto. Si usted se siente ofendido por mi artículo, le pido disculpas.
EliminarSaludos.