Ya hace un tiempo que me vienen dando un poquito de vergüenza propia, no solo el desenlace, sino las candidaturas a los premios Príncipe de Asturias, al menos en lo que a su parcela deportiva se refiere. Digo vergüenza propia y no ajena porque esos premios los dan en nombre de todos los españoles y mi DNI lo adorna la bandera española en la parte superior izquierda. Nos muestran a Iker Casillas y a Xavi Hernández como el mejor modelo a seguir y nos dicen con el premio que en la actualidad no hay otro mejor. Nos dicen sobre ellos que "simbolizan los valores de amistad y el compañerismo más allá de la máxima rivalidad de sus respectivos equipos" y que "su comportamiento deportivo es un modelo para los jóvenes". "ambos, que han conseguido los títulos más importantes con sus clubes y la selección española, son un ejemplo de juego limpio que es admirado por todos" y que "juntos han mostrado una actitud conciliadora que ha limado las tradicionales diferencias entre jugadores y aficiones". "Iker y Xavi mantienen una estrecha amistad desde que ganaron con la selección el mundial sub 20 de Nigeria en 1999 y el paso del tiempo ha fortalecido esa relación por encima de los enfrentamientos y pasiones", concluye el jurado. En definitiva. Que le dan el premio porque son muy buenos amigos, porque han ganado mucho y porque no se han dado de mamporros en el campo a pesar de haber tenido motivos. Jamás nadie ha recibido un Príncipe de Asturias tan vacío como este. Premio a la santidad deportiva, premio a la inocencia deportiva.
Digamos la
verdad, me encanta el fútbol, es el deporte que más entretiene y seguramente el
que más tiempo roba a millones de personas, pero hace ya mucho tiempo que tengo
la sensación de que ni el fútbol y por supuesto, ningún futbolista merece un galardón
fuera de la propia escena futbolera. España es un país que nada a contra
corriente y que no sabe digerir sus derrotas en la competencia mundial. Hace ya
bastante tiempo que nuestros azotadores profesionales, los franceses, no
necesitan ponerse el traje de cuero para ponernos nerviosos y posteriormente
reírse de nosotros. Estas actitudes tan españolas, tan vacías y tan catetas no
son más que la expresión de una forma de vida que lleva derrumbándose cerca de
100 años.
El Premio
Príncipe de Asturias fue creado en nombre del hijo del Rey en un intento de
darle cierto prestigio internacional y un mayor reconocimiento. Han querido
hacer un nuevo premio "Novel" pero al final lo único que han conseguido es olor a
chero de macho ibérico con cada una de sus decisiones. Es un premio de consumo
propio, un acto de consuelo espiritual, un premio de consolación para
perdedores españoles a nivel internacional, un paño de lágrimas con la bandera
de España bordada en oro, una tabla de salvación para náufragos repudiados, el
premio es una resolución de injusticias a la española, una pomada, una tirita
para el orgullo patrio, unas trampas al solitario, una película de Berlanga, un
recurso de apelación internacional, una canción de Juanito Valderrama, una
escena de Alfredo Landa en cateto a babor, un que te den Mister Marshall...
Los
investigadores Gregory Winter y Richard A. Lerner están en la vanguardia de las
investigaciones sobre el sistema inmunitario. Los avances en la utilización de
anticuerpos como herramientas terapéuticas han proporcionado nuevos métodos
para prevenir y tratar desórdenes inmunes, enfermedades degenerativas y
distintos tipos de tumores. Premio Príncipe de Asturias a la investigación
científica y técnica. No me digan que les sorprendería que el señor Winter y el
señor Lerner mirasen de reojo o para otro lado o silbasen margarita se llama mi
amor cuando pasen Casillas, Iker para los amigos, y Xavi, Xavi para los amigos,
a recoger un galardón que supuestamente les sitúa en la misma escala social de reconocimiento.
Pero tampoco es nada nuevo, Alonso lo ganó antes que Schumacher, Arantxa
Sánchez Vicario antes que Steffi Graf, La selección Española de Baloncesto
antes que la de Estados Unidos y Nadal antes que Federer, que aún ni siquiera
lo tiene y a este paso tampoco va a perder el sueño por tenerlo.
De las otras
disciplinas no tengo ni idea, no sé si el señor Winter y el señor Lerner se
merecen el galardón con sus cincuenta mil Euros, lo desconozco. Lo único de lo
que estoy seguro, que aún manteniendo la cordura en el resto de disciplinas, el
Premio Príncipe de Asturias se está devaluando hasta límites ridículos por los
caprichos deportivos y patrióticos de unos pocos catetos que hace ya demasiados
años merodean nuestras instituciones.
Yo considero
que Iker Casillas y Xavi Hernández son dos deportistas y dos chavales
admirables y aún lo serían más si rechazasen un premio que solo puede ser digno
de entrega el día de los Santos Inocentes. O que hagan la de Woody Allen, que
nunca ha recogido un premio Oscar alegando que los lunes por la tarde ensaya
con el saxo.
Se lo dan a ellos en vez de a la otra finalista que era Teresa Perales que es una nadadora paralímpica con 20 medallas en los paralímpicos y otras tantas en competiciones europeas y mundiales. Que vergüenza. Ella es una luchadora nata. Eso si habria sido un buenisimo premio
ResponderEliminarWoody Allen toca el clarinete, no el saxo.
ResponderEliminarSegún tengo entendido toca los dos. Pero en realidad me refería al clarinete no al Saxo. Tienes razón.
EliminarPremio Novel.Que nivel Maribel.
ResponderEliminarPremio nobel es con "b", pero creo que el que ha hecho el artículo lo pone con "v" con segundas. Por ser nuevo y por desprestigiar al Premio príncipe de Asturias. Digo yo.
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