Acabo de
enterarme hace pocas horas que el Betis, el Osasuna, La Unión Deportiva las Palmas
y el Real Oviedo entre otros, se encuentran tremenda y lamentablemente
politizados por oscuros motivos que nada tienen que ver con el fútbol. Desde
hace un día para acá, parece ser que no hay cosa más asquerosa y odiosa que
lucir en la equipación los colores de su propia comunidad autónoma. No son
pocos los que han saltado a la palestra de la polémica envueltos en una bandera
de España aguilucho incluido y un mechero en la mano para prenderle fuego a la
que supuestamente será la segunda vestimenta del Barcelona para la temporada
que viene y que se basa en los colores de la señera catalana.
Por tanto
podríamos determinar alegremente que como el Barça vestirá los colores de la
bandera catalana en su segunda indumentaria y se le tacha de politización, equipos
como Betis o el Oviedo que visten en su primera equipación los mismos colores
de las banderas de sus respectivas comunidades están a un paso de dejar de ser
clubes de fútbol para convertirse en nuevos partidos políticos con objetivos
independentistas. Según esto, en Las Palmas tampoco se contentan con su
independencia geográfica.
En este
panorama de oscuras reivindicaciones, tampoco escaparían al síndrome de la
politización conjuntos como Real Zaragoza o el propio Real Madrid, que si bien
no llevan a gala en sus elásticas los colores de su comunidad, si llevan
sellado en su real nombre el estigma de un sistema de gobierno político
contrario al republicano ¿Acaso el Real Madrid aboga por la inocencia de Iñaki
Urdangarín al honrar con su nombre a la realeza española? Seguro que no, pues en
este caso fue antes el huevo que la gallina. Más difícil sería de analizar el
caso de la segunda equipación sevillista, pues no deja de ser chocante que su
presidente Del Nido, un reconocido miembro del partido político Fuerza Nueva
con clara ideología de extrema derecha permita que el club de sus amores haga
un alegato en sus segundos colores a la bandera de CCOO, que diría Urdaci.
Solo a un
loco como yo se le ocurriría pensar que la firma Nike, que es la marca
encargada del diseño de la ropa culé, este urdiendo un oscuro y alevoso plan
que coja al resto del mundo a traición y que tenga el extraño objetivo de intentar
vender el mayor número de camisetas posibles. Sé que lo que acabo de decir
puede sonar bastante raro, el Barcelona y
Nike urdiendo un maquiavélico plan con el simple objetivo de ganar el máximo
dinero posible a través de la venta de camisetas. Entiendo que mucha gente en
este caso pueda pensar que la empresa de ropa deportiva americana por
excelencia, el único interés que tiene en esta historia, al igual que el Barça,
es la independencia de Cataluña. No me sorprendería que Nike estuviese lanzando
en sus anuncios publicitarios mensajes ocultos de forma subliminal con los que
se pretende manipular al espectador a votar “SÏ” en caso de un hipotético
referéndum por la independencia de
Cataluña. Si, mensajes subliminales ocultos tras las imágenes al estilo de los
que dicen por ahí que hace Coca-cola en sus campañas y en las películas de
Disney para aleccionar a los niños como futuros consumidores enfermizos del glorioso
refresco. En este caso la firma deportiva sustituiría los frames ocultos en
color rojo coca-cola por unos frames también ocultos y con diseños rojos y
amarillos de la señera. Porque no se engañen, señores, Nike no es una empresa
diseñada y estructurada con el objetivo de vender el mayor número de zapatillas
deportivas, balones de baloncesto o camisetas de fútbol. El único objetivo de
la marca, lejos del capitalismo, es que Cataluña se independice y Rosell gane
las próximas elecciones. Sería un buen ejercicio patriótico que los jugadores
del club catalán, (catalán no, que me tacharán de politizar el artículo)
saliesen al campo sin pantalón corto para demostrar a la clase más rancia de
este país que no llevan la “estellada” oculta en los calzoncillos y que el Barcelona
no es independentista de cintura para abajo.
España no ha
dejado de ser un país lleno de prejuicios y tabúes, donde si se emborracha el
rico del pueblo y se sube al escenario, se trata de un señor muy gracioso, pero
si lo hace el pobre del pueblo es un borracho asqueroso. Lo normal para algunos bigotes señoriales de este país es defender la constitución, pero a ser posible sin utilizarla. El problema es que desde fuera de cataluña nos hartamos de decir que el Barcelona es un club catalán como es lógico, y no ocurre absolutamente nada, pero si desde Cataluña dicen lo mismo y con la misma lógica empiezan a aparecer los tintes peyorativos y los amantes de la patria. Pareciese que la palabra catalán solo la pudiese utilizar cualquier persona, a no ser que seas catalán.
El equipo culé es un conjunto catalán porque allí tiene su estadio, sus raíces, su filosofía y el aire que respira ¿Acaso los Bulls no son un equipo de Chicago? ¿Acaso el Barcelona debe llevar a gala los colores de la bandera Vasca? El Camp Nou no está en Extremadura ni en Gijón, sino en Barcelona, pero esto no significa que el aficionado al Barça tenga que parlar catalán y besar a Jordi Pujol si se lo cruza en una avenida. Se puede ser riojano y amar al Fútbol Club Barcelona y se puede ser catalán y odiarlo como lo odia un perico.
Testigo, o eres un poco ingenuo o demasiado fanático del FC Barcelona para no ver lo obvio. Decidir en este momento histórico que el Barcelona luzca la senyera como uniforme no es nada tan "inocente" como que los colores del Betis de toda la vida sean verdiblancos.
ResponderEliminarYo creo que mas bien es tonto, o intenta tomar a la gente por tonto, hamijo.
ResponderEliminartooomaalaaa!!. .. ahora si te callaron
ResponderEliminarEl athletic de bilbao ya la ha llevado. Esta temporada la lleva el valencia.
ResponderEliminar¿qué pasa que el barça no puede llevarla? ¿os parece mal? ¿o es que sois represores?
El R. Oviedo lleva la camiseta azul desde 1926. Mucho antes de que se creara la autonomía en 1981, y se estableciera como bandera la Cruz de la Victoria sobre un fondo azul.
ResponderEliminarLa camiseta azul es tal porque es el color con el que se identifica la ciudad y que figura en el escudo de la ciudad, la Cruz de los Angeles sobre un fondo azul.
De nada.
Si entiendes la ironía y no tienes inconveniente, vuelve a leer el artículo.
ResponderEliminarGracias.