31 de agosto de 2012
La cara del buitre y la cara dura
Andan en la casa blanca un poco cabreados por el sorteo de champions que se celebró ayer en Mónaco. Jodido Steve Mcmanaman, habrá espetado en solitario Florentino Pérez cuando vio a Denis Law, Gullit, Weah o Cannavaro desenroscar con enorme dificultad las bolas que configuraban la competición. Mourinho ya tiene excusa por si el camino se tuerce y Florentino tiene asegurado algunos taquillazos que es lo que a él más le interesa. Eso del fútbol no, para qué tantas redes y balones, que los jueces de línea y los delanteros fallan mucho, pero las máquinas de serigrafiar camisetas solo hay que ajustarlas por la mañana y revisarlas por la noche. Quizás por eso no asomase la patita en Mónaco, por eso y porque Ruud Gullit entre más lejos del Madrid y de Paco Buyo mejor.
30 de agosto de 2012
Baño y secado
El Fútbol
Club Barcelona hacía cuatro años, o más, que no se bañaba. Ayer recibió un baño
que duró al menos treinta minutos. Porque desde que aterrizó Pep Guardiola en
el banquillo del Cam Nou allá por agosto de 2008, esta ha sido la primera vez
que se ha podido ver al Barça realmente fuera de combate y a punto de caer
muerto en la lona. Desde entonces el conjunto blaugrana ha perdido algún que
otro partido y ha podido jugar mejor o peor, estar más acertado o menos, pero
jamás hasta anoche, había sufrido tanto como para salir goleado en un auténtico
colapso que duró lo que dura una buena ducha, lo que dura en atenderte un
funcionario o lo que dura un desahogo en un prostíbulo. El arrebato madridista
duró unos treinta minutos
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