Marca
Tv empieza a soportar las primeras paladas de tierra sobre su cogote porque
apenas le quedan dos meses de vida. Según la información publicada por Terra.es:
Las gestiones están bastante avanzadas. Mediapró cedería la señal del
actual Marca TV a
cambio de seguir haciendo la producción de Real Madrid TV.
Sería
bastante paradójico que el canal televisivo de Marca cayese a manos del Real
Madrid cuando ha vivido de él y para él. A algunos aficionados, el cambio de un
canal por otro puede parecerle el mismo perro con distinto collar. Es cierto
que el canal de Unidad Editorial se ha caracterizado por difundir casi
exclusivamente información del club merengue, cosa que por otro lado parece
loable pues la inmensa mayoría de su audiencia o es simpatizante del Real
Madrid o es enemigo íntimo del mismo. No se trata de colores de camisetas, sino
que estamos ante una operación dominada por el color del dinero. Marca no hace
una programación madridista por antojo o por simpatía, sino por estrategia
empresarial. Efectivamente, desde algunos sectores siempre se ha criticado que
se puede hacer una programación eminentemente madridista sin que tenga que ser
necesariamente pro madridista.
Felipe
del Campo, el joven director de Marca Tv escogió el camino más corto pero menos
arriesgado, eligió acotar su mercado a todo lo que huela a Concha espina, que a
la postre se ha convertido en su más infiel competidor. Si Real Madrid televisión
obtuviese otra banda de emisión en la TDT diferente a la de Marca, sin duda
alguna no habría sitio para los dos porque prácticamente emiten los mismos
contenidos, obviamente con una tendencia algo diferente. Le televisión del
deporte ha degenerado en los últimos meses en la televisión del Real Madrid,
porque es imposible que Florentino Pérez esté disgustado con el tratamiento que
ciertos contenidos han tenido en los diversos programas y tertulias de la
televisión de la M roja.
Marca
Tv ha empezado a perder sentido a los ojos del presidente madridista en el
mismo instante en que se ha entendido que solapa sus funciones con el medio de
comunicación oficial merengue. Esas disfunciones que tan poquísimo gustan a
Florentino Pérez. Sería bastante triste y preocupante para el periodismo
deportivo aún a sabiendas de que se cambia información oficiosa por oficial,
que el propio protagonista de la información sea el madurador del mensaje prescindiendo
de la interpretación de los medios de la comunicación. Es una corriente muy
peligrosa para los medios porque ya no basta con influir en opiniones y comprar
voluntades al por mayor, ahora lo que interesa es reducir el precio, prescindir
del intermediario y aclarar el mensaje al más puro estilo de un país sin
constitución.
Aunque
lamento lo que va a suceder, va a ser bastante interesante ver los movimientos
en la madriguera y observar a los conejos cruzando la acera hacia los brazos de
su ser superior. El primer caso lo hemos encontrado en el periodista del mundo
Carlos Carbajosa que se ha marchado del periódico el mundo y de las tertulias
marquistas para dirigir la sala de prensa madridista. Otros no tardarán en caer
ante el cambio de logo tan inminente. Sin duda será esta una práctica corriente
a partir de agosto. Y no lo critico, porque se puede ser periodista y se puede
ser madridista al mismo tiempo. Lo que parece más difícil de comprender es
utilizar una patente de corso para decir mentiras basadas en que no engañas a
nadie porque te has destapado como madridista. Ser periodista autoproclamado públicamente
madridista, no otorga la licencia para mentir y manipular. Algunos confunden la
honestidad de confesar sus colores con la libertad para contar mentiras, porque
creen que a esas alturas es lo único que se puede esperar.
Se
puede hacer un periodismo basado en el Real Madrid y es lícito que los
contenidos de un diario, un programa de radio o una franja televisiva estén dominados
en un ochenta por ciento por un mismo club. Lo que resulta más peligroso es que
esos contenidos están sesgados al antojo de una causa. Supongo que el
aficionado madridista quiere consumir información de su equipo, pero siempre información
veraz. De poco sirve que cada vez que juega la selección, nuestros jugadores
nunca hagan penalti a los ojos del narrador y por el contrario siempre sea
penalti a nuestro favor. El aficionado en definitiva lo que busca es sumergirse
entre las letras y las palabras para encontrar la verdad.
Ya
no hay tiempo para las últimas voluntades porque Florentino Pérez se ha
empeñado en difundir el Real Madrid más allá del terreno de juego y las botas
de fútbol. Aquí lo que importa no es el contenido, sino el continente. A veces
me da la sensación de que si un día desapareciese por completo el Real Madrid
se seguirían dando noticias diarias del club. Ya no importa lo que se ve, sino
que lo importante es lo que te dicen que has visto. Se trata de una estrategia
muy ambiciosa por parte del club blanco ya que se blinda informativamente a
nivel nacional y se hace de una herramienta para vender un producto, el Real
Madrid, que antaño se vendía solo. El Mercadeo de la imagen ningunea la idea
del club porque da la sensación de que se trata de un producto que es necesario
publicitar. Un equipo de fútbol no es una teletienda donde aparece un señor de
sesenta años con aire bonachón mostrándonos lo bien que limpia la nueva fregona
con sensor de movimiento y gps o la cartera aluma hecha para gente importante
que no necesita llevar monedas.
El
Real Madrid no necesita escaparate mediático más allá del Santiago Bernabéu. El
club con la historia más laureada hasta la fecha no tendría que entender la
necesidad de convencer a los telespectadores de afiliarse a su causa a base de
repetir mensajes trucados con informaciones tendenciosas. El aficionado
madridista quiere saber, como el bético o el culé, pero me da la sensación
conociendo la trayectoria y filosofía de Florentino Pérez, de que el nuevo
objetivo del canal guarda más relación con la propaganda barata que con la
información institucional.
Si
Mahoma no va a la montaña, que la montaña vaya a él. Los grandes clubes de la
historia, entre los que se encuentra el Madrid, nunca han tenido la necesidad
de utilizar la propaganda goebeliana para aumentar sus nutrientes aficionados
con las almas desangeladas de los indecisos. Pareciese que el Madrid es un
grupo político pidiendo el voto en período electoral. Hágase madridista. “Un
bote, dos Botes polaco el que no bote”. Son los aficionados los que han de
acercarse a un equipo, siempre fue así y nadie debería de tener la osadía de
intentar convencer a nadie de besar un escudo. Si no vienen al Real Madrid, el
Real Madrid irá a ellos. El curso natural de las cosas nos dice que el Madrid
siempre tendrá un número escandaloso de aficionados y tampoco en el seno del
consejo de administración deben arañarse la cara porque unas encuestas les
digan que el Barcelona ha aumentado exponencialmente su simpatía por España y
por el mundo. En un club son los aficionados que son, los que les corresponden,
ni uno más ni uno menos. Poco a poco acabarán convirtiendo al equipo merengue
en una institución sin alma y esclava de la mercadotecnia. Aquí ya no importa
ni el juego ni el balón, aquí lo que importa son las cotas de seguimiento, el
número de simpatizantes y los índices de popularidad.
Lo
importante es que los aficionados, da igual el número, estén orgullosos de su
equipo. Ah, perdón, sí es importante, a más aficionados se venden más
camisetas. Pues nada señor Pérez, a cosechar almas con mensajes televisivos en
lugar de cosecharlas con goles, con la historia, con respeto y con
deportividad.
Verdades como puños.
ResponderEliminarUna pena que Jesús Alcaide no haya recibido propina.
ResponderEliminarDe momento,Marca o Marca TV cuando el Barça ha ganado un título lo han puesto en portada,crees que haría lo mismo el Sport o imagínate un Sport TV,sinceramente ni de coña
ResponderEliminarPues no lo sé.
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