Tan solo unas briznas de hierba adornaban inútilmente aquella explanada eterna y moribunda entre bancos de arena y polvo. A merced del sofocante calor, la herida que yacía permanente en su garganta recorría su cuerpo hasta el estómago porque ya no había esperanza de saciar su sed. Pocos minutos después empezaron a caer las primeras gotas de agua.
Solo faltan unas horas para que empiece la final de copa de su Majestad el Rey, el partido del año en España, y mi corazón como el de millones de aficionados se encuentra en este momento desconsolado. Esperanza Aguirre no asistirá a la final.
El país es devorado rápidamente por la crisis, el desempleo aumenta a cada minuto, la bolsa permanece resentida, el sistema educativo empieza a dar los primeros síntomas de debilidad junto a la sanidad, miles de familias son desahuciadas de sus hogares, los principales líderes europeos vuelven a mirar de reojo a nuestro país, los mercados financieros desconfían de nuestros instrumentos bancarios y lo más importante de todo, la Presidenta de la Comunidad de Madrid, ha decidido de forma unilateral privarnos de su presencia en el palco del Vicente Calderón.
No sabemos si el mismo sábado abdicará Don Juan Carlos de Borbón o lo dejará para el domingo que es festivo. Qué será del fútbol español de aquí a los próximos años, hasta dónde se resentirán los cimientos de este país construido a base de gritos, látigos y lágrimas ¿Querrá regresar el Kun Agüero ante esta situación? O qué Leyes Orgánicas de la Constitución habrá que reformar, y sobre todo, la pregunta que yo y miles de ciudadanos se hacen a estas alturas es cómo afectará al cambio climático la decisión tomada por Esperanza Aguirre.
Lo que me preocupa seriamente de esta situación no es que se pite un himno, que al fin y al cabo es solo un símbolo, sino que lo verdaderamente preocupante es que no se lancen esas pitadas contra políticos como Esperanza Aguirre por la situación en que están dejando al país que representa ese mismo himno. Cuántos y porqué pitarán catalanes y vascos, no lo sé. Quizás se trate de una melodía cuyos acordes retumben demasiado en los oídos de los espectadores e intenten amenizarla con el instrumento de viento que generan los labios al silbar, quizás se trate de una canción demasiado repetida y prefieran oír a Georgie Dann ahora que se acerca el verano, o tal vez la ausencia de letra deje en los oyentes una sensación de vacío porque no les guste la música instrumental. Vaya usted a saber porqué silbaban en sus primeros conciertos a Alejandro Sanz. Lo que está claro es que Esperanza Aguirre cree que en lugar de ir al fútbol va a un concierto donde su canción preferida la cantará el público a capela dejando de lado la versión original.
Yo desde luego nunca me molestaría en silbar la canción de nadie porque tampoco me molesta que silben la mía. Soy un español orgulloso de mis compatriotas, y cada vez que me acuesto y me vuelvo a levantar gracias a las leyes espaciotemporales sigo siendo español. El día que me levante siendo Tailandés o Alemán, supongo que tendré serios problemas con el idioma, con la comida y con la convalidación del carné de conducir. Nadie elige el lugar donde nace, pero sí escoge sus creencias y una de las mías es creer en este país aunque cada vez me sea más difícil mantener mis pensamientos con políticos que con una mano sujetan el micro para decir gilipolleces y con otra el cazo para remover el pucherazo.
A mí no me pagan por ser español, pero a la presidenta de la Comunidad de Madrid si le pagan por ir al palco del Vicente calderón aunque no tenga ni la más remota idea ni de futbol, que no lo sé, ni de política, que sí lo sé. En su sueldazo “menstrual” que no solo pagan los madrileños, sino que pagamos todos los españoles a base de subvenciones malgastadas, además de cremas para lucir el cutis sesentón bajo las estrellas del cortijo, también va incluido que asista a la dichosa final. Poca cosa podemos esperar de una Condesa de tan buena familia que utiliza lo que defiende de forma demagógica para desviar sus vergüenzas políticas. Simples añoranzas no de un país mejor, sino de una España anterior hastiada de graznidos. La Condesa de Murillo, hasta hace unos días juguete fetiche de Caiga quien caiga, sorna de sus propios compañeros de partido y rivales políticos; no mancha con su ausencia la mala educación de los aficionados, sino que además de no limpiar sus propias heces políticas, ensucia la seriedad de la corona y da pábulos infantiles a aquellos que con sus pitos protestan contra su propia nación.
Grande de una Extinta España, Esperanza Aguirre no es más que una mala copia, un sucedáneo oxidado, una réplica castiza de todo a cien de la Margaret Thatcher inglesa que dominó Europa con mano de hierro durante toda una década. Por eso me resulta muy difícil creer que un pueblo tan soberano y desarrollado como el madrileño insista en mantener como su representante a una activista tan rancia como aquella España que dejamos atrás, tan rencorosa y tan cínica, que se limita a defecar sus discursos con los mismos aires aristocráticos que soplaban hace 50 años y que para su pena y deshonra ya nunca más volverán.
Con esta cómica situación, el Real Madrid se ve arrastrado por un estigma bastante peligroso, porque Esperanza Aguirre recoge una idea oficiosa que los asalariados morales del conjunto madridista utilizaron para no albergar la final y que a la postre el conjunto merengue omitió públicamente y oficialmente por absurda y opuesta a lo pura deportividad. Otra etiqueta más.
Más papista que el papa, bien haría la Condesa en aprovechar el tiempo que dura la final en deshacer el embrollo en que ella y su amiguito Camps han metido a este país mintiéndonos a todos, vuelta y vuelta, a la cara y a la espalda, con muchísimas mentiras e incluso negando la verdad. Pero mirando su foto a la cara, recordando sus actuaciones públicas y oyendo su forma de hablar, más que balances y estrategias de empleo, es más sencillo imaginarla haciendo punto de cruz o ganchillo, recostada en un gran sofá.
¿Condesa de Murillo? Cualquier cosa es un aristócrata.
ResponderEliminarVamos, está claro que es una advenediza.
EliminarEs una pena que no pueda estar esta noche en Madrid para sodomizar a la Cibeles.
ResponderEliminarLa presidenta de la Comunidad de Madrid chochea desde hace tiempo.
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ResponderEliminarTestigo, chochea tu madre. No te pases mas por nuestro blog. Alllí solo queremos gente decente. Somos españoles y no queremos ni negros ni rojos ni separatistas, y mucho menos, cules o catalanes.
ResponderEliminarViva España.
FN/ bastardo hijo de la gran puta, no es suficiente la que esta cayendo que siempre tiene que aparecer el descerebrado de turno para dar el cante. Que asco me dais los cobardes como tu, que lo unico que saben hacer es faltar en los comentarios de la gente. Porque todos los bastardos y traidores de la patria se visten con la bandera de España como si fuera únicamente suya.
EliminarAquí no necesitamos mascotas. Con camps ya tienes bastante ahí.
ResponderEliminarCamps aquí?
ResponderEliminarja ja ja
ResponderEliminarLlego FN, este blog va a ser el nuevo campo de Batalla.
Lo ves FN? Ya tenemos terreno neutral para EPRV vs NEW AGE
EL partido del año en España¿? no se opinaba igual cuando gano el año pasado el madrid. Más parecia una pachanga. Como cambia la cosa dependiendo del color de la camiseta.
ResponderEliminarLa verdad sobre Pep en www.antiesport.com
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ResponderEliminarMe estoy pensando si llamar o no a la Universidad Europea de Madrid. Veamos mi capacidad de aguante. Espero que no seas profesor porque la llevas clara.
ResponderEliminarLa vida está muy mala para jugar con un puesto de trabajo o una carrera por escribir gilipolleces diarianmente.
ResponderEliminarAllá ventura.
Esperanza FASCISTA
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